Intimo

La combinación y dinámica del Chef Carlos con Robert Martin es una experiencia única en el país. Definitivamente recomendado si entiendes la definición de cocina evolutiva.

Me parece un lugar con muy buen ambiente y atención. El personal nos atendió muy bien y estuvieron atentos en todo momento. Nos explicaron cada uno de los platos contándonos su historia. Nos sentamos en la barra lo cual fue una experiencia increíble ya que estás cerca de lo que pasa en la cocina y puedes ver cómo es la preparación de los platos. Probamos el menú degustación que tiene unos 8 o 9 platos. La crema de tubérculos  estaba muy muy buena. Creo que fue mi favorita. También las setas con crema cultivada estuvo muy bueno. El tartar de pato con anchoas fue una sorpresa para mi y me agradó mucho su sabor. El postre de "kon flei" y su versión de tocino en el cielo estuvierom increíbles! Entre los tragos que probamos, el de pimentón tenía un sabor exquicito!! El encargado de la carta de vinos fue muy amable y tenía mucho conocimiento de la carta y de cuales vinos eran los adecuados para nuestra comida. Fue una experiencia que volvería a repetir 100% !

Respeto la opinión del degustador El Ace y realmente todo se trata de gustos, pero en mi opinión a mi me encantó el lugar, excelente atención, la comida estuvo exquisita, el tiempo de espera fue dentro de lo normal... Y sin duda volvería nuevamente

Llegamos a la hora de la reserva pero la anfitriona nos informó que nuestra reserva estaba para más tarde y decidimos esperar afuera. Pedimos unos tragos que estuvieron muy buenos, puedo destacar la expresión de naranja y el birds of paradise, los cuales me gustaron. Al sentarnos en el área de la barra, nadie nos venía a ofrecer siquiera el menú. El pan con tomate y mantequilla estuvo bueno aunque hubiera preferido que tuviese más pasta de tomate. Luego llegó la cazuela de frijoles con chorizo y queso del país; nunca sentimos el chorizo y el plato estaba demasiado dulce para comer. El pollo como último plato que habíamos pedido estaba demasiado salado. Probé los hongos que me parecieron ricos, fue lo que más me gustó. Cerramos con un postre de chocolate que estuvo regular, nada especial. Uno de los dueños notó todo lo que había pasado e inclusive no nos cobró por algunas bebidas como cortesía, me pareció un buen gesto ya que reconoció que no estaba siendo una buena noche. Esto me da esperanzas positivas ya que no todos los propietarios realizan estos gestos en Panamá. El concepto del sitio me gusta pero esta experiencia fue mala. Volveré más adelante para reseñarlo otra vez.