Intimo

Local muy pequeño pero muy acogedor, con una muy buena barra donde se puede comer cómodamente. La carta es muy reducida, lo que debería permitir preparar mejor los platos que ofrecen. El pato y el pulpo son muy buenos y están bien tratados y presentados. La langosta es un desastre. Y el rabo de toro muy vulgar y sin sabor. El personal que atiende es amable, pero como la cocina es abierta y está prácticamente integrada en el comedor, su presencia siempre es mayor que la de clientes y su tráfico resulta un poco agobiante, sin hacer honor al nombre del restaurante.

Un lugar nuevo acogedor, lo que mas me gustó del ambiente es que te desconectas totalmente del exterior. Cuando llegas la entrada es por la parte de atrás y te encuentras con la sorpresa de un gran jardín. El lugar es de 22 puestos con cocina abierta, les recomiendo previa reserva. Cuando fui decidí sentarme en la barra para poder ver toda la acción en cocina y que me atendieran los mismos chefs, detalle el cual hace que el servicio sea especial. De entrada comí un ceviche con sorbete de pipa con fondo de zapallo y tubérculos, era espectacular. De plato fuerte lo acompañe con el pato el cual estaba cocido a la perfección... Muy lejos de esos patos resecos que estoy acostumbrada a ver, acompañé mi cena con uno de los cocteles que me recomendaron - El Saril- muy a mi estilo con este after traste de picor y por ultimo cerré con el postre de Queso que es un cheesecake con frutirollos de distintos sabores que te dan una sensación distinta en cada bocado. En resumen simplemente me encantó y de seguro volvería para probar el menú degustación y maridaje.

Una cena extraordinaria en Intimo. La calidad de los ingredientes , los sabores y la atención destacan. Los cocteles son otro elemento clave. El menú de degustación es una buena opción para probar de todo un poco

Excelente experiencia culinaria.. un concepto diferente sentarse en la barra y ver a los chefs cocinar es simplemente un espectaculo. Lo mejor fue la pesca del dia con langostinos y cous cous afroantillano con ingredientrs locales y fresco. Recomiendo los cocktails en especial el de Tamarindo. Definitivo uno de los mejores lugares de Panamá.

El lugar es agradable y ameno. El personal atiende muy bien. La comida estuvo bastante buena en general con excepción de un postre que no recuerdo el nombre pero llevaba una yema de huevo casi cruda (entiendo que la yema debe ir un poco cruda pero estaba demasiado cruda, creo que les falto cocinarla un poco mas).