Pequeño restaurante del Chef Ciniglio, una autoridad en comida italiana y manejo de restaurantes en PANAMÁ. Comida italiana de primera. TODO es excelente, te recomiendo las almejas en vino blanco...y pregunta por la LENGUA.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Nunca decepciona este restaurante. El Chef Ciniglio, su hija Adriana y todo el personal, siempre amables, hacen de cada visita una experiencia memorable. Ambiente acogedor y familiar. La comida excelente. Personalmente, recomiendo el Osobucco a la Toscana. El mejor que he probado en Panama. Excelente variedad de vinos.
Luego del restaurante Las Américas, el Chef Rafael Ciniglio nos sorprende nuevamente con esta gran experiencia gastronomica. Lugar acogedor con personal muy atento complementado por el Chef Ciniglio quien saluda y recomienda platos a los comensales. Destacan los raviolis de salmón, mozzarella frita, el Ossobuco a la Toscana (de cerdo - el mejor que he probado en Panama) y el postre de Las Américas.
Fui ayer a cenar con mi novia y de verdad que está excelente este restaurante. La carta es pequeña pero variada, además el mesero te comenta de ciertos platos que no se presentan en la carta pero están disponibles para degustar. Pedimos 2 entradas que estaban espectaculares y la ración era bastante buena, si hubiera sabido el tamaño de las raciones quizás ordenábamos una sola para dejar buen espacio para el plato principal. Las entradas estaban con un excelente gusto y muy bien presentadas. Para beber una sangría que estaba con un nivel excelente de alcohol para disfrutarla y era una buena copa. Planeo regresar para otra cena romántica.
Fui con bastantes expectativas a una cena importante a este lugar. Desde el inicio la misma ubicación le resta puntos. Me han puesto en una mesa pegada a la entrada, tratando de sacar el máximo provecho a un espacio bastante limitado, el resultado es algunas mesas cómodas y otras no tanto. El mesero trato de ser amable pero su insistente recomendaciones en las cartas de vino y platos fueron disminuyendo nuestro apetito pues pareciera no pudiéramos comer lo que queríamos al final, solo seguimos una de sus recomendaciones y no resulto acertada, aunque reconozco que fue siempre muy amable. La comida un ok. Nada diferente a un restaurante común de almuerzo. Salí un tanto desmotivado por el lugar pero reforzando mi creencia q hay siempre ahí lugares para todo tipo de gustos. Este es un contra vía el mío.
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