Intimo

Único, delicioso y auténtico ! Si puedes reserva en la barra para que veas como preparan los platos .. para mí, esa fue la mejor experiencia .. ver al mixologo preparar los cócteles, al chef las salsas y a los sub chef montar los platos uff es la mejor experiencia .. el playlist de música excelente y los frijoles + el postre de chocolate y café lo mejor de la noche !

Es realmente Íntimo, como su nombre lo dice, sientes que estás en una casa y observas como te preparan la cena. Todo lo que probamos estuvo inmejorable. Pero el postre se ganó el premio. La atención muy buena y dedicada. Recomiendo la experiencia de sentarse en la barra.

Ambiente relajado/elegante, es necesario hacer reserva ya que cuentan con poco espacio. Nos sentaron en la barra del cheff donde pudimos ver de cerca como se preparaban cada uno de los platillos y nos explicaban su composición. Cuentan con menú de degustación y a la carta. El precio es elevado pero vale la pena, cada uno de los que asistimos quedamos sumamente contentos con tanto la atención como la comida. La cocina esta basada mayormente en ingredientes nacionales. Dentro de los cócteles les recomiendo el "raspao a cuara".

Nunca dejan de sorprendeme con la buena comida que tienen en el restaurante. Pedimos a la carta pescado de temporada, ribs.

Guau! !Mis felicidades al chef! La combinación de sabores que presenta están a otro nivel. Todo muy original con buena mezcla de sabores nunca antes combinados. Lleve a mi madre para el menú de degustación del día de la madre. Los platos que resaltaron fueron el ceviche de pulpo y langosta con "chips" de raíces variadas hechas en casa; El arroz aromático con albahaca, semillas de ajonjolí y papaya verde; el pato pequinés y el postre de chocolate. Me parece que el mole estaba de más pero todo lo demás excelente. Recomiendo sentarse en la barra porque así llega más rápido y caliente la comida y puede uno ver cómo la preparan. El problema está en que las sillas son súper incómodas. El lugar es "íntimo" como dice el nombre así que hagan reservación y esperen salir ahumados de allí. La decoración es como "kitchy-retro" (como estar en la cocina de la abuela antes de la remodelación). Creo que es parte del "look" pero podría mejorar. El servicio estuvo bueno pues te sirven los mismos chefs y te explican lo que van sacando. Me parece que estando en la barra pudieran interactuar más con el público ya que la barra da al área de preparación, pero en general fueron serviciales y amables. Es costoso pero les digo que vale el precio. Salimos llenisimos después de 8 platos distintos.