Fui con mi pareja porque nos habían hablado muy bien del restaurante.
Ambiente 5/5. Una vez entras al restaurante te logran transportar a las selvas de Panamá. Muy bien decorado, y es una sensación agradable.
Servicio 5/5. Los meseros están siempre pendientes de que tengas todo lo que necesitas. Nos dijeron que los platos no llegan todos a la vez, si no que llegan a penas van saliendo y me sorprendí por lo rápido que sale la comida.
En Ambiente y Servicio no tengo más que comentarios positivos.
Comida 4/5. Es comida panameña, creo que yo siendo panameña tiene que haber un “clímax” en el plato de comida para que quede impresionada. En el menú, tienen algunas propuestas interesantes, pero creo que se quedan cortos:
1. Menú de entradas; más bien “ceviches”: obvio un ceviche es delicioso, pero hasta ahí. Esperaba más variedad respecto a las entradas no solo ceviches.
2. Pocas opciones para personas alérgicas: El menú es un tributo a la comida caribeña y afro panameña, es entendible el uso de mariscos y crustáceos pero todo, todo tenia algo de mariscos, ya sea salsa o la proteína. Pienso que un restaurante con tanta popularidad debería tener un menú más variado para personas alérgicas y ofrecer la misma experiencia.
Respecto a los platos principales, no encontré ese “clímax” que lo hace diferente que puedas conseguir comiendo el mismo plato en un lugar autóctono. ¿Qué es lo diferente? La técnica con la que preparas el langostino o el camarón. ¡Ojo! No quiero decir con esto que la comida estaba mala, solo esperaba más.
Los postres, no tienen tanta variedad. El flan de café con queso blanco, estaba muy delicioso. Adicional, pedimos las fresas con crema con boñuelo de arequipe; este último, realmente fue lo que menos nos gusto te todo… Entró en un area desconocida para mi, no me recordó ni a las verdaderas fresas con crema que venden en Chiriquí, ni tampoco supero las expectativas de un boñuelo de maíz nuevo de la región de Azuero. En mi cabeza, no combino los sabores, ni la textura de ambos.
Por último, los cócteles puedo decir que son muy buenos. Pienso que la experimentación que hubo en la mixología, fue lo que esperaba en la gastronomía como tal. Había variedad, sabores, sentí como exprimieron del todo el potencial de los diferentes licores y mezcladores y la creatividad para generar decoraciones y también otros elementos.
Para concluir, es un restaurante bueno para salir con amistades o en pareja, es acogedor dentro de todo y si buscas un restaurante para hacer algo diferente un fin de semana es buena opción. No siento que sea un restaurante para volver varias veces por su menú.
