Nueva California

Una joya escondida en La parte trasera de El Dorado, es un restaurante pequeño, pero con mucho sabor, su rosticería es deliciosa y su desayuno le pega fuerte a los mejores de la ciudad, el servicio es atento y volveria muchas veces.

Un restaurante que encontramos de pura casualidad. El aspecto bastante normal, tipo fonda y no sabíamos que esperar de la comida pero realmente nos sorprendió. Muy sabrosos los platos y la atención muy atenta. Probamos el puerco liso con miel y la carne encebollada acompañados con arroz blanco. Fue una buena combinación.

Fuimos a cenar por día de las madres, la carne estaba un poco salado y la costilla salteadas igual pero todo lo demás muy rico, no había muchas personas y el pedido no demoro mucho. Sin duda volveríamos.

Comida muy buena, el ambiente podría mejorar pero es muy iluminado y limpio. Muy buen servicio. Dan té de jazmín, lo recomiendo.

No soy es de mi gusto el puerco, pero acá preparan uno a la miel muy rico, también su carne a la plancha la cual llega prácticamente cocinándose a tu mesa una delicia, muy suave y la cebolla que le ponen da un toque delicioso y como consejo mezclar la carne con el puerco dulce un ESPECTÁCULO al paladar.