Marula

Ambiente muy acogedor en un edificio recien restaurado en el Casco. Perfecto para cenar. La comida es estilo gourmet, todos los platos son presentados de manera muy creativa. Recomiendo la entrana, los cannelonis y el postre de chocolate.

Vinimos para el día de la madre. El menú lo explican detallada y los detalles de tipo de comida, significado del nombre del restaurante etc. Pedimos de entrada la burrata la cual estaba 10/10 con una vinagreta con miel eneldo y salmón. Mi mamá pidió una pasta de camarones salteados con frutos secos. Yo pedí un plato de mariscos que contenía mejillones camarones en salsa de coco. Le ofrecieron un postre un chocolate blanco con una reducción de frutos rojos. La sangría blanca 10/10

Al llegar los platillos de cortesía no me los ofrecieron!! La comida no me sorprendió., pero buena la presentacion de los platillos. El ambiente es agradable y cómodo para conversar y sobre todo los pequeños balcones privados en la parte de afuera lo hacen tener una excelente decoración y un estilo único.!

La comida, el ambiente y la atención excelentes. La única observación sería en relación a las "Sodas Naturales" que no son naturales. Se preparan con agua gasificada y la mezcla preparada que utilizan para los tragos. A un lugar de ese calibre, en el que cuidan cada detalle, sorprende y afecta negativamente la experiencia.

Un lugar bueno para ir a comer con los amigos y disfrutar de los platos que ofrecen. El pulpo al grille estuvo muy bueno. La atención también fue buena.