Marula

Vale la pena. Desde la llegada una estructura imponente y tanta historia. El personal con conocimientos de los alimentos que sirven al comensal. El chef tan sencillo y humilde a pesar de lo especial de los alimentos que se degustan. Carpaccio de res una delicia al paladar y que decir de la Entraña con espárrago :).

El ambiente esta muy cool, fue el highlight de la noche. La comida sin embargo no nos gustó. Como explicarlo, demasiado "fusión" ... están esforzándose demasiado en la ceremonia de las lámparas y la presentación... cuando lo que realmente importa es el sabor. La porción pequeña. La corvina repleta de espinas. El guacho con un sabor aburrido y encima frío. El postre no lo terminamos de entender con remolacha y yuca? Eramos 6 y sólo a 2 les gustó su plato... (en resumen sugiero pedir hamburguesa) Esta demasiado caro para no quedar satisfecho, no es de repetir. Lo cual es una lastima por que el lugar tiene una magia especial.

El menu en el restaurant no coincide con el que está en Degusta. El del restaurant es más amplio y mucho más creativo. Tienen platos preparados en forma única. Vale la pena

El ambiente ecléctico y moderno. Si tienen la suerte de una de las mesas en un balcón más romántico que eso imposible. Muy bonito en verdad. Ahora en cuanto a la comida quizás fue por que las expectativas eran altas me quede esperando más. El mero en cocción de paella OK pero nada que dijera tengo que volver a comer esta delicia de nuevo. Regreso por el ambiente romántico de una noche estrellada en un balcón de Casco. Quizás a tomar un vino pero no a comer el mero.

Me encanta este lugar, cenar en el balcón con tu pareja lo hace muy romántico. La comida deliciosa y muy linda presentación. Una experiencia única.