Maito

Excelente restaurante. Muy buen servicio la comida es excelente el Chef Castrellón hace maravillas en la cocina. Muy buen ambiente. Aunque siempre lleno.

Comenzamos la noche con dos entradas el clasico Carpaccio de Entraña que todos recomiendan y una changa de cordero la cual senti un poco subida de sal. Luego seguimos con el Robalo acompañado con arroz de jazmin con coco y el muy llamativo Rissotto de Calamares que estaba delicioso. Cerramos con un mil hojas de banana que cerro con broche de oro. Ambiente sumamente acogedor y excelente servicio.

La distribución de las mesas es práctica y cómoda. La atención también fue buena. La comida tenía muy bien sabor pero me pareció un poco caro.

Lo visité el dia de ayer por San Valentin, nos dieron una mesa afuera porque aparentemente adentro estaba lleno. Adentro tenían música en vivo pero afuera estaba más en silencio que un velorio. En mi mesa no había ni la vela encendida (tuve que pedir que la encendieran) ni adorno como había en otras. No había nada en especial para san valentin. El mesero que nos atendió, ni nos miraba a los ojos y estaba más enfocado en apurarnos que en atendernos. Pedimos de entrada el Carpaccio de entraña y la cochinita pibil, estaban bastante bien. El problema fueron los platos fuertes, pedimos el filete tableño, que no tenia mayor gracia, pero el verdadero desastre fue el salmon, insípido con una presentación lamentable. Le pregunte al mesero donde estaba todo el sabor que leí en la carta y me dice que “son sabores muy ligeros”, me lo comí porque tenia hambre, a lo que en minutos después regresa y me informa que hubo un error y que solamente me dieron un salmon a la plancha. Que si quería que me prepararan otro, o postre gratis (buen punto pero no es lo ideal.) No sè que le ha pasado a Maito, ha descuidado su excelencia en servir algo bueno y preocuparse por el cliente. La mesa de al lado opinó lo mismo.

Buen ambiente, excelente comida. Un concepto nuevo de comida panameña fusion. Recomiendo las torrejitas de entrada y los calamares rellenos. El postre el pie de limon es uno de los mejores que he probado en Panamá