Calle Dragones

Excelente experiencia culinaria. Desde que pedimos las entradas y los cócteles, la atención y lo particular del lugar así como su cocina y bar, hacen de esta salida algo fuera de lo corriente. Entradas. Las habitaciones porciones son pequeñas pero es bueno para disfrutar el plato principal. Cócteles. Pedimos cuatro diferentes y cuál de todo más espectacular que el otro. Algunos con efectos especiales (humo) y otros con un recipiente como traídos de Asia. Muy lindos. Plato principal. Igualmente todas confirmamos que nuestro plato era el mejor. Comida exquisita. Postres. Solo pedimos uno para compartir (por la dieta, sabes ;). Riquísimo. El único inconveniente fue que las mesas están muy pegadas y te da la sensación que el grupo de amigos incluye a los de al lado. No fue cómodo que nuestras sillas rozaran con otra mesa. La próxima vez pediremos una mesa diferente pero definitivamente si regresaré.

super recomendad tanto para festejar en las noches como una buena tarde de brunch con la familia. la banda en vivo es lo mejor de lo mejor en entretenimiento. la comida es asiatica/cubana fusion y es increible todo el menu. recomendado el brunch all you can eat.

Un lugar fabuloso para celebrar. Pensé que por se un lugar basado en el entretenimiento me desilusionaría con la comida, pero no. Estuvo delicioso todo. la oportunidad de ver un show de buena calidad mientras comes es muy necesario en toda gran ciudad, y aquí se cumple maravillosamente con el concepto.

Me encantó el lugar, con una ambientación tipo teatro de los años 50, te sientes en un lugar diferente. El menú es bastante variado y la fusión de comida cubana con asiática super interesante. Fui a celebrar mi cumpleaños y la pasé excelente. Las entradas de siu mai son los más, y los platos de pescado excelentes, como side recomiendo la yuca que esta a otro nivel. Sin duda es el mejor lugar para ir entretenerse con los show que presentan.

Gente tienen que hacerse un favor y visitar Calle Dragones. Desde el momento en que entramos, quedamos impresionados por la decoración. Cada detalle del ambiente, desde los colores hasta el la iluminación contribuyó a crear un entorno cálido y acogedor. En cuanto a la comida, la fusión de sabores cubanos y chinos superó nuestras expectativas. Comenzamos la noche con unos camarones crocantes como entrada. Estos camarones estaban perfectamente cocidos, con un rebozado ligero y crujiente que complementaba a la perfección la frescura del marisco. Fue una excelente forma de iniciar nuestra cena. Luego, mi esposa pidió un risotto de short rib y frijoles. El plato era una maravillosa mezcla de texturas y sabores. Yo opté por el Korean Short Rib, un plato que combinaba la ternura de la carne con un marinado exquisito. Finalmente, compartimos un arroz con marisco. Los mariscos estaban perfectamente cocidos, y el arroz tenía ese toque justo de sazón que lo hacía irresistible. Para cerrar la noche, no pudimos resistirnos al cheesecake, que fue la manera perfecta de culminar esta experiencia culinaria. Su textura suave y cremosa, acompañada de un sabor delicadamente dulce, hizo que cada bocado fuera un placer. En resumen, Calle Dragones no solo nos brindó una cena deliciosa, sino que también nos ofreció una experiencia completa que combinó excelente comida, música en vivo y un ambiente inigualable. Definitivamente, es un lugar al que volveremos para seguir descubriendo más de su propuesta culinaria. ¡Una joya en la ciudad!