Está vez tengo que escribir sobre la mala experiencia con la Administración. Meses atrás, di una opinión buena pero mencioné que perdieron una estrella por la decepción porque no tenían dátiles cuando los pedimos. Nos dijeron que se habían acabado. La gerente de ese momento se disculpó vía Degusta y me ofreció un gift card para que fuéramos después y cambiáramos de opinión. Como siempre busco nuevas opciones no fue sino unos meses después que decidí hacer uso del gift card. Para mi sorpresa, me dijeron que ya no podía usarlo sino que me darían 20% de descuento. Por esa falta de seriedad, no regresaré nunca más a este restaurante.

Comida. Buen sabor. Solo probamos la botanera de 9 tacos. Tenía buena variedad. Taquitos de maíz pequeños con carne, chorizo, pollo. Servicio. Estaban atento pero les voy a bajar la evaluación porque no puedo creer que al comprar un plato grande que traiga un pico de gallo en la vasija de aderezo, cuando pedí más pico de gallo me dicen que lo cobraban a $5.00. ¡Dios mío! ¿Como pueden esperar que uno coma 9 tacos con esa muestra de pico de gallo que ponen en el plato? Y si fuera que el plato está regalado, se entiende pero la Botanera cuesta $29.95. Ambiente. Un poco enredado. No sabíamos que los domingos tenían un brunch muy popular. Casi no había mesas. A pesar de eso, buena música y linda decoración. Por el incidente del pico de gallo, han perdido un cliente hoy. No creo que regrese.

Visitamos por segunda vez. igualmente encantados. Después de una larga caminata en Multiplaza, nos merecíamos una rica sangría blanca y una buena comida oriental en un lugar lejos del bullicio. De entrada los camarones Dinamita estaban buenísimos al igual que las gyosas que pedimos al vapor cuidando la dieta. Luego se nos olvidó y fuimos por las delicioso pollo a la naranja ;) y Mongolia beef que nos brindaron con arrocito blanco, perfecto para aprovechar esa salsita. Después de un ratito de esparcimiento y ya descansada nos pudimos ir satisfechas. La atención debe mejorar. Costaba llamar a los meseros. Estaban esparcidos. A pesar de eso, claro que regresaré.

Bueno, las expectativas eran altas debido a las previas evaluaciones. Les presento mi humilde opinión: Comida. Algunos platillos muy ricos. Por ejemplo las Arancini con short ribs. Otros no tan bueno. La pasta a la carbonara demasiado salada. Tuvimos que devolver. La pasta a la Amatriciana tampoco llenó las expectativas. Los tragos y cocteles si estaban ricos y me gustó su presentación. Servicio. La joven estaba muy pendiente por atendernos. Les pongo 4 estrellas porque llegamos a la hora de la reserva y nos hicieron esperar unos minutos en el bar. Cuando llegamos a la mesa eran dos mesas redondas juntas formando un 8. Comprendo que quisieron atendernos pero no era la manera correcta. Creo que si hacemos reserva con antelación lo correcto es asegurar una mesa apropiada para el grupo de 4. Ambiente. Muy linda decoración. Da una sensación apacible y acogedora. Aunque no salimos al patio. se podía ver una pequeña piscina y mesas afuera en un lindo jardín. Le doy gran valor a la experiencia culinaria, por eso no creo que regrese.

Hablemos con detalles: SABOR. Las empanadas y chorizos surtidos como entradas estaban riquísimos. Quedé gratamente sorprendida con el sabor del Rib eye nacional. Mi amiga ordenó un estofado al vino tinto. Le pareció muy dulce aunque el filete estaba suave. Los acompañantes ganadores: puré rústico (si no te molesta la cáscara incluida), las yuquitas fritas y el Mac and cheese. ATENCIÓN. Los muchachos muy atentos. A pesar de que éramos un grupo grande celebrando un cumpleaños, la atención era dedicada. AMBIENTE. Buena opción de área reservada para un evento en el altillo del local. Tiene una simulación de sala campestre con chimenea. Acogedor. En general, buena velada. por el sabor y atención quizás regrese pronto.

Rico sabor. Bella vajilla. Atención especial mientras no estaba lleno. Luego era más difícil conseguir la atención del mesero por lo ocupado que estaba. Buena opción de comida asiática cuando queremos probar algo diferente a las franquicias que visitamos recurrentemente. Está un poco alejado de mi área pero si puedo regresar.

Excelente experiencia culinaria. Desde que pedimos las entradas y los cócteles, la atención y lo particular del lugar así como su cocina y bar, hacen de esta salida algo fuera de lo corriente. Entradas. Las habitaciones porciones son pequeñas pero es bueno para disfrutar el plato principal. Cócteles. Pedimos cuatro diferentes y cuál de todo más espectacular que el otro. Algunos con efectos especiales (humo) y otros con un recipiente como traídos de Asia. Muy lindos. Plato principal. Igualmente todas confirmamos que nuestro plato era el mejor. Comida exquisita. Postres. Solo pedimos uno para compartir (por la dieta, sabes ;). Riquísimo. El único inconveniente fue que las mesas están muy pegadas y te da la sensación que el grupo de amigos incluye a los de al lado. No fue cómodo que nuestras sillas rozaran con otra mesa. La próxima vez pediremos una mesa diferente pero definitivamente si regresaré.

Que lindo lugar han hecho en un espacio que no se esperaba algo tan especial. Primero el ambiente. Muy lindo y especial. Un bakery que permite a los comensales ver el proceso completo de elaboración. Los manjares? Espectaculares. Solo hemos probado el cinnamon roll, uno de chocolate y la galleta de chocolate chip….deliciosos. No sé cuál sobresale. Muy difícil. Los emparedados más o menos. Dulces…brutales los que hemos probado. Todos los días que vamos están a reventar así que si pueden ir a horas fuera de comidas creo sería mejor.

Cuando llegué no tuve buena impresión por lo sencillito del lugar pero qué bueno que nos quedamos. Las entradas y la comida está riquísima. Los postres igual. No te dejes intimidar por el ambiente sencillo. Solo recomendaría mejorar el aire acondicionado en el área posterior. Eso obliga a la mayoría a quedarnos en el frente. El sabor? Sin duda hay un verdadero chef Peruano en la cocina. Pedimos lomito saltado, ceviche carretillero, jugos naturales y tantas otras delicias. Si tienes oportunidad de ir, ve. Juan y suéter está bien. Tiene ambiente de cafetería pero muy buen sazón.

Está vez de probamos la fiesta panameña y el tamal de olla. Ambos estaban buenos. Esa fiesta panameña es para alguien con mucho apetito. Buena opción para quien quiera probar un poquito de varios platillos típicos: arroz con pollo, tamal de olla, sancochito, carimañola, almojábano, ropa vieja. El tamal de olla rico pero lo sentí un poco aguado para mi gusto y los vegetales muy grandes. Poco sutiles. Las bebidas (limonada con raspadura y zarzamora). Buen precio y la atención de Ana especial.