Caleta

Fuimos en un grupo de 6 personas, la atención a la entrada fue buena, el hotel espectacular. Entre los platos de entrada pedimos tartar de res que estuvo muy rico pero porción mínima. Entre los platos fuertes se pidió pulpo, braseado de res y ravioli. La comida la sentimos nada excepcional y con falta de sazón. La relación calidad-precio deja mucho que desear, el precio nos pareció muy elevado. El servicio a la mesa muy lento y no hubo como tal una experiencia inolvidable. El postre rum baba no nos gustó, sin embargo el mousse de limón si.

muy bonito el lugar, excelente atención muy atentos y amables, pero en relación con la comida tenía poco sabor, no tenia en el menú el precio de los jugos, ni mucho menos el café, la relación con el precio no fue la mejor y eso que fuy a desayunar y quedé con apetito, solo lo recomiendo por el lugar para tomarse fotos y algo romántico pero solo eso.

Un restaurante no acorde a un chef con una Estrella Michelin. El servicio muy mediocre para estar en un hotel de alta gama. Ambiente acogedor. El menú es muy limitado y los platos gourmet pero nada fuera de lo esperado.

Fui para cenar en familia y celebrar el cumple de mi hija, realmente fue muy especial, es un lugar muy internacional y el servicio es sumamente bueno. Me encanto los Raviolis de Espinacas y Queso, mis hijos disfrutaron de su hamburguesa y de sus chicken tenders, mi esposo pidió un plato de mariscos, que también le encanto, realmente el lugar es muy especial porque esta dentro del Hotel Sofitel Legend Cassco, y la verdad que se siente que estas en Cartagena u otro país, es una Joya en la Ciudad.

Ambiente de los años 30, servicio excelente y el sabor de comida exquisita. Reservamos para un brunch familiar, y fue la mejor opción. Optamos por el menú de desayunos por lo cual es muy variado, al igual que su panadería.