Panamonte

Charlie Collins estudió culinaria en EUA en los 70s y trabajó allá. Desde entonces ha perfeccionado sus platos en beneficio de los comensales del Panamonte. Trucha en almendras, Chuleta con salsa de piña. No puedes replicar el ambiente de un hotel restaurante que tiene 100 cien años, con muebles que sus ancestros trajeron de Europa hace cien años: sitio irrepetible, experiencia única. Los meseros reflejan su orgullo por el lugar y los platos. Uno de los diez mejores del Interior y quizás del país.

La comida deliciosa, aunque no pudimos pedir lo que queríamos ya que se habían desabastecido. Para ser un hotel con cierto nivel y previendo que Boquete siempre se llena pata fiestas patrias, creo que debieran estar preparados por lómenos para no quedarse sin cosas tan queridas como el Pie de Limón.

El restaurante es excelente, ambiente acogedor y comida deliciosa . Comimos pasta con ragú de conejo, pasta con ragú de res, trucha y sopa de zapallo. Todo es delicioso y muy recomendado a probar. Era un disfrute para los receptores del gusto!

En general los platos estuvieron ricos, menos la pesca del día, es costoso el plato para la cantidad y el sabor bastante normal. En cuanto al servicio, no sabemos si fue por la hora que era pasado el medio día, nos hicieron esperar aún cuando no había nadie para darnos una mesa, por lo que sugerimos pueden mejorar la atención.

Ambiente acogedor y cálido, algunos platillos estaban agotados, recomiendo los chicharrones con patacón la salsa de guayaba que viene es una delicia y el chicharrón en sí suave y crujiente; la crema de zapallo y el parpadelle con short ribs ambos estaban salados, la decadencia de chocolate rico y es gluten free.