Sí bien mi experiencia fue en junio pasado, me he dado cuenta que mi comentario no se había subido. Fui un jueves de noche tranquila, el lugar estaba algo vació, habían otros 2 pequeños grupos de comensales, es un lugar iconico en Boquete por lo que es un "must to go" fui en un grupo de 4 personas. La atención empezó siendo buena, había conocimiento por parte del mesonero sobre las distintas opciones en el menú.
Las elecciones del menú para el plato fuerte fueron trucha (recomendada por el mesonero) describiéndolo como un plato memorable, un filete en salsa de cabarnet y dos porciones del "famoso" chuleton glazeado (por ser el plato más recomendado). La trucha tenia una buena porción, pero le hacia falta de sabor, nada realmente del otro mundo, no la recomendaría. El filete en salsa cabarnet fue mi elección, lo pedí en termino de 3/4 y al empezar a comerlo me gusto, estaba en el termino correcto, a medida de empezar a comer más lo iba encontrando más parecido al termino medio hasta que llegue al punto de corte donde el filete estaba crudo; mi reacción fue comentarle al mesonero del inconveniente, este al llegar a mi mesa y escuchar mi critica, me mira feo, y de forma grosera se lleva el plato. El filete es sellado, y al volver a traérmelo estaba el restante de la carne en termino medio de igual manera por la mala reacción del mesonero decidí no protestar, a pesar de ello la relación precio-porción vale la pena, aunque fue una mala experiencia la carne cruda. Por ultimo los famosos chuletones ahumados glazeados, una de las porciones (que fue dejada casi en su totalidad) tenia un mal sabor, tal como si la carne hubiera estado pasada; el otro en cambio estaba bien, el sabor de la misma carne estaba bien, el glaze podrían mejorarlo para crear una experiencia más sensacional, sin embargo es un plato que se puede pedir.
Los postres fueron la salvación de mi cena. Pedimos un pie de limón (creo me toco un mal día) ya que el mismo tenia excesiva cantidad de merengue, el mismo estaba incidido, tanta cantidad le restaba sabor al relleno y el crust que estaban muy buenos, aunque recomendaría este postre. En cambio yo pedí una decadencia de chocolate con helado de vainilla, pero demore al pedirla y le consulte al mesonero sobre el plato, y de manera muy grosera y altanera me dijo "Tranquilo, puede pedirlo, ese no tendrá problemas de términos..." aunque el postre estaba en su punto correcto para no empalagar, el bizcocho suave, solo que el helado de vainilla que utilizan tal vez le resta un poco al mismo sabor del postre. Volveré sin duda alguna, estoy seguro que fue una mala experiencia en un mal día, aunque por la calidad del servicio brindado ese día, aun tengo pesadillas, se espera algo mejor en un día donde no hay tanta presión por parte que el restaurante este lleno.