Panamonte

Qué desayuno tan espectacular! Definitivamente un desayuno memorable. Todos los licuados deliciosos y en el menú queriamos pedirlo todo. Pedimos los huevos benedicts a lo "Panameño", el filete a caballo, la migas de ojaldre y los pancakes suecos. TODOS divinos!!! No puedo esperar a regresar.

Ya no es igual que antes, pero sigue siendo muy bueno. De entrada una deliciosa crema de zapayo, que vino un poco fría pero muy buena. De plato fuerte una trucha con su piel crocante, con papines y espinacas en crema. Buenisima elección! Un acompañante pidio unos raviolis de hongos que no le gustaron mucho. De postre el nacionalmente reconocido pie de limón, quizás no tan bueno como años atrás, pero sigue siendo de los mejores en todo Panamá. La atención en general muy buena. Por ser Boquete, se mantienen ventanas y puertas abiertas por el clima fresco, pero lastimosamente eso permitio que entraran varias moscas que no nos dejaban comer del todo en paz, pero fuera de eso fue una gran experiencia como de costumbre.

Hay que admitir que reservamos media hora antes de las 3.00 nos consiguieron mesa pero luego esta el hecho que el mesero no sabia si habia langostino al momento de pedir llego casi 15 min despues pidiendo que cambiaramos el pedido luego de eso la comida demoro algo en llegar y nos ofrecieron pan de la casa mientras esperabamos el pan estaba muy duro y super frio el acompañamiento del pan era balsamico con aceite delicioso al ver que demoraban mas trajeron mas pan esta vez un poco peor que el anterior aunque se agradece el gesto, ahora los platos fuertes salmon cocinado en cedro simplemente fenomenal, la comida como dijo uno de los que estaban en la mesa que por cierto pidio raviolis de langostinos valio la pena la espera, el servicio deberia mejorar o no se si por la hora ya estaban agotado pero los platos nitidos en presentacion y sabor excelente

Todo nos gustó en Panamonte. El lugar estaba lleno y nuestra reserva era para media hora más tarde, a pesar de eso lograron acomodarnos en un sitio perfecto! El servicio es cordial y conocen bien las alternativas del menú. De entrada elegimos sopa de zanahoria y pizza de la casa, deliciosos! El plato fuerte fue el risotto de langostinos con pasta de tomate natural y el chuletón al grill con arroz oriental. Definitivamente es un sitio para conocer y disfrutar en Boquete.

Esta vez me soprendieron con un salmon ahumado en una tablita de cedro, que es el mejor salmón que he probado en mi vida (y eso que no soy amante del pescado). Como sommelier, recomiendo El Cono Sur 20 Barricas Pinot Noir. Es el maridaje perfecto para el plato (ya que tiene trazos ahumados). Pero cuando regresamos a los días para repetir, se les había agotado el vino (eso resta puntos en servicio). Por lo demás, todo encantador como siempre.