Tomillo

Fuimos invitados por el Club de Cenas VIP del Chef Milanes para una tarde de tapas y cocktail. Llegamos y estaba nuestra reserva lista. Empezamos con una Sangría oscura, muy sabrosa (está algo fuerte) tomar con moderación. Nos trajeron las tapas, la mesera no explicó que era cada tapa por lo cual estamos aduciendo que era cada uno. Wantones fritos rellenos pensamos que pulpo, con una salsa teriyaki, bastante bueno. Unas croquetas de papas rellenas pensamos que de atún, muy buenas; una tortilla española en la cual el huevo estaba algo compacta o dura y un chicharrón con paté de pato (el sabor está fuerte) para los que no están acostumbrado a comer paté. Por otro lado, pedimos para complementar unos tacos Oink Oink rellenas de ribs mechado, muy bueno y una Mariscada Crocante (arañitas, camarones, mejillones, fritos), muy buenos. De postre pedimos Carbón Rústico un cheesecake de fresa forrado en chocolate con forma de carbón y ahumado, súper creativo y muy bueno. El local cuenta con pocos estacionamientos y tiene un servicio de valet parking que considero caro $4.00 y que el restaurante debería asumir dicho costo y por lo menos bajar el precio.

buen ambiente y excelente comida. Pedimos los langostinos y estuvieron deliciosos, la entraña también bastante buena, de entrada un cocktail de camarones súper rico y diferente.

Todo lo que probamos delicioso, pero el cóctel de camarones del más allá y los cócteles muy buenos! Atencion 10/10 lugar con ambiente agradable. lo súper recomiendo y seguro volveré por otros platos

Empecé mi velada con un vino blanco muy emblemático, un Sancerre que ayudo a limpiar el paladar y digerir las 3 entradas que pedimos para compartir (cachapa de pato, spicy tuna crispy, ceviche). Luego pasamos al plato fuerte que fue una elección que no está en el menú, 1.8 lbs de carne wagyu añejada, cocida a termino medio perfectamente con un acompañamiento de papas con crema. El mejor plato de la velada sin duda y de todos los restaurantes de carne en Panamá, una carne sabrosa, madurada, jugosa y en su punto. Lo recomiendo totalmente. Para el plato fuerte elegimos maridar con un Cabernet Sauvignon y de paso la casa invitó un Sangiovese. Los postres con que cerramos la cena fueron el Kaboom y el carbón rustico, ambos experiencias extra sensoriales. Gracias Tomillo por tan increíble noche.

La verdad q todo excelente; de entrada cocktail de camarones, y la quinoa crocante fue el punto clave; arroz con guandú con camarones, y filete. todo espectacular; de postre un Alaska