R.i.c.h.a

Recientemente visité este restaurante quedé impresionada con la experiencia culinaria que ofrecen. Desde el momento en que entré, el ambiente cálido y acogedor. El servicio fue excepcional. El personal fue muy amable y atento, asegurándose de que todas nuestras necesidades fueran atendidas sin ser intrusivos. Nuestro camarero conocía bien el menú y nos ofreció recomendaciones excelentes. Los tiempos de espera fueron razonables, permitiéndonos disfrutar de cada plato a su propio ritmo.

Una maravillosa experiencia de principio a fin, lindo lugar, muy buena atención y deliciosa comida. El pulpo, las coles de Bruselas, los langostinos isleños, el cordero, el arroz cremoso, la pasta, el concolon, los cocteles, los postres….todo digno de repetir. Un lugar para volver.

La comida estuvo ok algunas cosas, otras muy básicas. Los raviolis vinieron como 4 o 5, es muy poco para el costo del plato. El postre de piataccio buenísimo!! Recomendado. NO pidan el postre PIÑÁ, no combina un sorbete con un bizcocho y el bizcocho en sí no está bueno, dejamos más de la mitad. La atención buena. Arquitectura. El reservado tenía mucho sonido, debenolocar paneles en el techo para acomodar el sonido. Tenían buen diseño de la luz pero jamás nos dieron la opción y comimos muy oscuro...lo supe hasta el final, hubiera elegido algo más de luz.

Comida muy buena. Pasta Mediterránea, Cordero con Cuchara, Vacio todos AON. Servicio algo lento y personal algo confundido, mucha demora entre pedidos y recibir bebidas o platos. Buen ambiente pero bastante ruidoso. Recomendaría una nevera para los vinos, vino caliente afecta percepción.

Simplemente delicioso. No se trata de impresionar, se trata de comer BIEN. Ambiente frío, servicio de primera. Nos sorprendió poder disfrutar el pan de masa madre ( Krume ); muy original como sirven la burratta; la pesca del día súper fresca y en su punto, la puedes pedir con tres opciones de salsas ( con aceite ver y limón o al ajillo o con mantequilla tostada y alcaparras), pedimos un vacío realmente delicioso y unos langostinos isleños con salsa de coco. Para terminar recomiendo el postre libanés, que no me acuerdo cómo se llama pero estaba como para repetir. volveremos muy pronto.