Piano Bar Panamá

Basados en el Burger Week, la comida no cumplió en lo absoluto con la expectativa, la descripción de la hamburguesa dice lo siguiente: “Pan Artesanal de la casa, queso Manchego, compota de cebolla caramelizada y jamón serrano, hongos salteados, baby rúgula, alioli de pimentones ahumado, carne Angus 8 oz.” Sin embargo, el sabor está desbalanceado, básicamente la hamburguesa sólo sabe a hongos, el jamón serrano no lo vi, no tenía dulzor de la compota, el queso manchego no puedo asegurar que lo tuviera, aún cuando es un sabor que comúnmente se destaca; las papas de acompañamiento estuvieron tostadas y sabrosas. La acústica del lugar no permite conversar cuando suena el piano y eventualmente se convierte en un karaoke, pero sin las facilidades para que los cantantes lean las letras, la idea no está mal, pero en la ejecución hay mucho que se puede mejorar.

Visite este lugar por primera vez y tuve una gran experiencia. Temprano por la noche se cena tranquilo, bien atendido, con música light de fondo. Más tarde eso se vuelve rumba-karaoke. Super recomendable. Probamos Tartar de atún, pan con tomate, bruschetas con proscuito, pulpo, huevos rotos. Todo super rico. Definitivamente vale la pena!

Tenía muchas ganas de conocer este lugar y, en general, me lleve una grata sorpresa. Primero la atención de los meseros, aunque son bastantes, creo que están algo desorganizados; ojo en eso. El ambiente del lugar de 10, sobre todo con el pianista de fondo. El menú bueno, probé las croquetas, el tuna tartar, y los huevos rotos; todo de buena porción y los precios (de estas entradas) no están tan elevados. El bar y los tragos buenos, sobre todo recomiendo en la parte interior que es donde está realmente el ambiente. Saludos.

Piano bar es un increíble lugar para pasar un rato bien agradable, cuentan con karaoke, un ambiente vivo, excelente servicio, cuentan con servicio de hookah, sus platillos de mariscos son increíbles y el ambiente es bien tenue y cómodo para hacer reservaciones de más de 10 personas, espacioso y elegante, recomiendo visitar

Vinimos a celebrar San Valentín para cenar. Desde que entramos nos atendió una joven muy amable, que nos llevó al área cerrada. La mesa estaba decorada con pétalos de rosa y velas, muy acogedor aunque un poco pequeño. La entrada: croquetas de jamón serrano. Excelente. Plato fuerte: filete de res y zarzuela de mariscos. Delicioso. Acompañamientos: puré de papas y arroz con Colón. Muy bien. Bebida: sangría. En su punto. De seguro volvemos a probar otros platillos.