Matsuei

Vine a probar lo nuevo que tenían en su menú. Pedí de entrada pulpo al óleo, lo recomiendo 100% súper rico. Acompañado de sus clásicas almejas con perejil. De plato fuerte quise probar el ramen tonkotsu en mi opinión le falta demasiado sabor y textura a ese caldo para acercarse a lo que realmente debería ser. Pedimos de sushi el tuna lover que tiene un poco de relleno de tempura para mi concepto le quita protagonismo al sushi y un rock and roll de salmón que también tenía tempura pero en topping súper excesivo y de último pedí un beef teriyaki y se pasaron con la salsa de soja, se sentía súper salado. Y para culminar el la atención del restaurante la espera de los sushi demoro ya que atendieron primero un pedido de otra mesa que llegó mucho tiempo después. Volvería solo por sus entradas

No tenía referencias y fui sin expectativas: el pulpo al olivo y vinagre sta estuvo fuera de serie. Lo demás estuvo bastante bueno.

La nueva versión de Matsuei me resultó muy intersante, aunque mantiene su ambiente casi idéntico, el menú ha cambiado. Pedimos unas gyozas hervidas y un pulpo de entrada, para compartir, que estuvieron en su punto. Posteriormente compartimos un plato de sashimi variado, muy bien provisto, que estuvo maravilloso. Siempre acompañado por sake caliente, pedimos para rematar una ensalada de algas y aguacate con salmón, que dio un punto definitivo a ese almuerzo. Mi compañero de almuerzo pidió un café y salimos muy satisfechos de haber vuelto a un restaurante icónico de la comida japonesa, que ha cambiado para mejor, con la mejor atención.

Para mí el mejor restaurante japonés, por lo auténtico. Para variar pedí una carne en cocción, que vino muy al término, junto con vegetales. De entrada las gyosas y el pulpo al óleo de rigor. Sake caliente para mí y cerveza para mi acompañante.

Este restaurante mantiene su calidad aunque a veces afloja en el servicio. En esta ocasión satisfizo nuestras expectativas con creces. Pedimos sake caliente y cerveza gringa. De entrada las gyosas a la plancha y el pulpo al óleo, que estaba fresquísimo y muy bien presentado. El tiempo de espera también fue magnífico. De plato fuerte pedí un salmón tepanyaki que estuvo delicioso, con un arroz japonés al punto, y mi compañero de almuerzo un plato con langostinos que combinó y quedó muy satisfecho. Matsuei sigue siendo el mejor o de los mejores restaurantes japoneses de la ciudad.