Marula

La verdad el sitio es espectacular y la decoración exquisita, lastimosamente la comida no lo acompaña. Luego de comer, mis amigos y yo quedamos como que: mehhh. Esperaba muchísimo mas sobre todo por el concepto y ubicación

El ambiente está bien logrado con cocina abierta y los chefs trabajando en cada detalle de la comida, de paso muy buena. Por otro lado, el servicio deja mucho que desear para este tipo de restaurante. Los chicos son amables pero no están al día con la mesa. No están pendientes a los vasos de agua, seguimiento a la orden, ni la cuenta. Pedí el menú para pedir un postre y esperé una eternidad para que me tomarán la orden so al final no pedí nada. Btw, te cobran el agua regular bajo "servicio natura" porque es super especial filtrada de no sé qué.

Ufff! demasiado recomendado para una cena romántica. Nosotros reservamos un balcón y de verdad es una experiencia de 100!! La comida absolutamente deliciosa. Tener de vista la plaza con música en vivo vale mucho la pena. El servicio de 10 también. Lo único que pediría es que cambien los sofas de los balcones pues se podía sentir la madera, les hacía falta relleno.

Una experiencia distinta. Comida fusión, sofisticada, servida en porciones minúsculas que, sin embargo, logran la saciedad. La carta de vinos es limitada y varias de las marcas no tienen stock. El servicio muy atento y cordial. Ideal para llevar a un invitado extranjero, para los precios panameños muy caro.

Fue una experiencia diferente, comida fusión de ingredientes de muchas partes, probé una opcion de 5 tiempos que tiene los mejores platos seleccionados por el chef y estuvo magnifica.