Mar de Grau

Excelente experiencia este restaurante. Es una joya. Bastante modesto, sin embargo, la comida es deliciosa. Pedí un filete mignon riquisimo, cantidad de papitas muy pocas, pero delicioso el sabor del filete. Mis demás acompañantes pidieron corvina rellena de camarones y corvina a lo macho, quedaron muy satisfechos. El pie de limón es pésimo, pero el dulce de chocolate y el suspiro a la limeña quitan el sueño de lo buenos que están. No tiene mucho estacionamiento.

Aun me arde la boca del estomago de la cena de anoche.. la comida fatal... pedí filete de corvina en salsa de camarones.. la salsa no combinaba para nada con la corvina... el arroz simple... el pure es de cajeta... la porción de los platos es mínima... Jamas volveré y jamas recomendare a nadie!

Lo único malo de este lugar es que tienen pocos estacionamientos, la carta es amplia y tiene para todos los gustos. Probamos la corvina con camarones y estaba súper rica de buen tamaño en proporción al precio. El cau cau de mariscos también buenísimo. De postre es imperdonable irse si probar el suspiro limeño. Hay que volver para seguir explorando el menú. El servicio un poco lento pero el restaurante estaba llenísimo y había pocos meseros.

Una de mis opciones favoritas en cuanto a comida peruana, sin duda es este restaurante. El lugar es acogedor y con opción a terraza.

Creo que la comida gustaría más y el servicio se vería mejor en un mejor ambiente ya que el sitio no cambió nada respecto al Viejo Machu Picchu.... ni siquiera un poco de música ambiental ..... francamente no volvería ....