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Siempre he escuchado cosas buenas sobre el Maito y leyendo las reseñas este quedó en mi “wish list” de visitas, pero nunca he tenido tiempo hasta el fin de semana pasada cuando se presentó la oportunidad y tengo que decírselo: fue una óptima experiencia! A empezar por el lugar, que es muy chévere, bonito, liviano y des pretencioso que parece funcionar muy bien con casi todo: desde un almuerzo de negocios, hasta visita en familia, amigos y turistas (pero tal vez no mucho para cenas muy románticas). La decoración es bonita, con un apelo “tropical”, bien armonizada con el verde de la propiedad. El servicio fue muy atento y rápido. Es muy interesante saber que se cultivan las hierbas en huerta propia! La comida toda estuvo buenísima! De appetizer nos entregaron un surtido de panes. De entrada pedimos la Berenjena Chamusca y la Pizza de Brie que estaban súper! De plato fuerte nos tocó el Pato (que estaba bien, pero no tan macío como se esperaba) y el Bacalao Bancap, que fue estupendo, simplemente el mejor bacalao que he comido en Panamá hasta hoy – y como es difícil encontrar un buen bacalao en Panamá! Desafortunadamente no teníamos más apetite para los postres, pero seguramente regresaremos para probar otros platos y deleitarnos con los postres que se veían muy bonitos por las mesas vecinas. Punto positivo es la amplia cantidad de estacionamientos. Los precios también me han parecido tener un excelente "value for money" en comparación a la calidad que entregan! Una pena solamente no poder sentarme afuera para aprovechar la noche pues había muchos fumadores ahí, pero a mí me pareció también un buen lugar.
