Maito

Por primera vez me pareció que las opciones estaban demasiado rebuscadas, prácticamente no sabíamos lo que estábamos comiendo. Tengo sentimientos encontrados sobre la frecuencia con la que cambian el menú, en parte me gusta ver platos nuevos pero en parte me gustaría poder pedir aquellos que me encantaron en visitas anteriores (como el gallo pinto!). De las entradas, nos gustó el tartar y el ceviche picado, que nos avisaron que ya sale del menú. De los platos fuertes, lamentablemente no nos encantó ninguno! Ni mis langostinos estaban tan ricos, demasiado elaborados sin lograr un resultado que valga la pena repetir. De los postres, el ganador fue las fresas con crema, clásico, sencillo, con un toque especial (helado de aceite de oliva según nos explicó Alejandro, nuestro mesero). Su atención muy buena.

Delicioso, nos atendieron de primera las entradas de cochinita pivil en tortilla la botaron. Los platos fuertes ni se diga. El tres leches muy rico. Maito es ganador siempre delicioso todo.

Excelente lugar! Servicio increíble! Con el mejor ambiente, sin duda alguna volvería a disfrutar de este maravilloso lugar en la ciudad

Volví a Maito después una experiencia no buena; todo estuvo espectacular! No hubo bocado malo, ni equivocación de elección. De entrada pulpo con coco leon pan wanton, empanadas de hojaldre con un estilo muy argentino y chicharrón de camarón; todos MUY buenos. El fettuccini cremoso y el arroz negro del Darién no pudieron estar mejores. La mejor sorpresa fue el postre: Sorpresa Unido. Maito volvió a estar en el ranking de los mejores.

Maito es sin duda un gran restaurante, sin embargo en esta ocasión hubo grandes fallas. Los gnoccis de camote estuvieron *muy* deficientes: harinosos, pesados y con 0 textura de gnoccis: un fracaso de plato. Las entradas como siempre de gran sabor y calidad, pero frías. El tradicional risotto de calamar fue éxito y la pesca del día también. Para el olvido estuvo la atención: habiendo hecho reserva tuvimos que esperar 15 la mesa, demoras en atender pero lo inaceptable fue la espera de más de 1 hora para los platos. Deja mucho que decir del restaurante icono de Panama y de rating para Latinoamerica. Habrá que volver en un futuro algo lejano, pero hoy fue decepcionante. La gerencia fue receptiva al feedback y tomó muy buenas cartas en el asunto. Esa es la altura que se espera, en las buenas y en las malas.