Maito

Me gustaria calificarlo mas alto y creo que pueden si alcanzar esas 5 estrellas en la comida y el servicio. EL ambiente dificil de cambiar por las limitaciones fisicas del local. Pero hablemos de la comida primero. Tanto la entrada como el postre FUERA DE ESTE MUNDO! Increible la explosion de sabor de la CHanga de Lechon, y el carpaccio de palmito sutil y delicado. La explocion de yuka/chocolate en postre uno de los mejores. Demora 12 minutos pero para mi puede demorar hasta 40 porque vale la pena. AHora platos principales fueron decepcionantes, el Portobello y el Centollo .....regular nada en especial. Servicio una pletora de mosos lo que hacia dificil saber quien era el que estaba atendiendo nuestra mesa. Seria bueno poder contar con uno asi tener por lo menos una constancia. EN fin hacia 8 años que no iba a Maito. Voy a regresar y mucho mas antes que otros 8 años mas.

Cuando entramos al restaurante por el jardín llenos de bambú y pasamos por la terraza, se parecía a los restaurantes de Bali. Al interior un ambiente agradable con varías salas y mesas confortables. Además de un personal muy atento, el menú se ve con platos originales y sorprendentes para un restaurante panameño con muchos sabores y una presentación atractiva. No hay duda que este restaurante hace parte de los mejores cuanto a la calidad de su cocina y a su buen ambiente.

el ambiente es muy agradable y amplio, tiene varios spots. se demoraron aproximadamente una hora en traernos los platos pero fueron muy amables, la comida estaba muy buena, recomiendo los asian ribs

Este restaurante nunca falla, es de mis favoritos en Panamá. Pedi el risotto de calamares en su tinta y estaba delicioso. 100% recomendado

Es un restaurante de visita obligatoria en Panamá, por años ha mantenido un ambiente agradable, excelente atención y por supuesto comida espectacular. Siempre ordeno el arroz negro Maito que está delicioso y alterno con los postres y entradas; como fuí con un grupo de amigos, aprovechamos para degustar entre todos de cada cosa que ordenamos (aunque de 5, tres ordenamos el arroz negro inevitablemente!). De entrada probamos la cochinita pibil que estaba deliciosa y el ceviche rallado, muy rico también. Adicional al arroz negro, ordenamos un especial de risotto de shortrib, el gnocchi de maíz nuevo en salsa de guandú con coco y queso blanco y el chuletón crocante, todo muy rico. De postre probamos el flan crocante, las fresas con crema, el legendario 3 leches de baileys y uno especial de chocolate, cada uno mas rico que el otro (en especial las fresas con crema!). Los cocktails todos muy buenos. El joven que nos atendió (Lander) nos hacía recomendaciones muy atinadas lo cual nos permitió aprovechar la experiencia aún mas! Definitivamente que es un restaurante para no cansarse de ir, 100% recomendado!