Maito

Después de muchos años de no ir, sin ninguna razón en particular, regrese un viernes y la verdad es que estaba muy bueno. Le bajaría al precio del licor!!

El lugar es divino, la atención muy buena. Sobre la comida, si bien tiene buen sabor, considero que esta muy baja en sal. Tiene una buena diversidad de platos y en lo personas el chow main de pato fue mi favorito (no lo recomiendo para alguien que quiera disfrutar el sabor del pato, ya que al ser frito el sabor de neutraliza)

Inicialmente iba a pedir el Pedro Navaja, pero no había. Terminé pidiendo la Pesca Chombasia la cual estaba buena, pero siento que le faltó sal y un poco más de sabor. La acompañé con patacones, los cuales estaban demasiado crujientes para mi gusto. Mis amigas pidieron el guachito caribeño de mariscos, el chow mein de pato y el chuletón crocante. La combinación de sabores era muy buena. Me encantó el chow mein de pato, fue nuestro plato favorito. De postre el Donut Maito era algo diferente y me gustó haberlo probado. La atención fue excelente y el ambiente de la terraza, lindo y relajante.

Es un lugar tranquilo, acogedor, familiar, me gusto mucho el ambiente, la atención es excelente y la comida sin palabras. Pedimos de entrada un ceviche rallado y las carimañolas de pulpo ambos platos estaban muy buenos, de Plato fuerte probamos el guachito caribeño, el arroz negro Maito y el pescado Pedro navaja, y para cerrar pedimos sus postres signature que no puedes dejar de pedir si visitas este restaurante, Fresas con crema que esta divinamente delicioso y Geisha three ways. Definitvamente es una experiencia comer en Maito, totalmente recomendado y sin duda regresaría.

Tenia años de no ir a este restaurante y regrese sin haberlo planeado. La sangría blanca deliciosa, la entrada de cochinilla riquísima perfecto para compartir, el arroz maito muy rico, solo un poco hostigante por ser negro, el pescado muy bueno, tenia un sabor muy rico. La atención excepcional. Recomendado