Maito

Una vez más volvimos al Maito. Repetimos para complacer paladares de otras latitudes, que de visita en Panamá, reclaman gastronomia local. Bueno, el asunto no ha cambiado mucho y en honor a la verdad la comida es más bien aburrida y sin nada que la distinga para convertirla en un emblema gastronómico de la ciudad y sobre todo de la panameñidad, que parece ser lo que pretenden. Ya ni me acuerdo que pedimos, pero siempre como que lo mismo. El sello, que es supuestamente lo local, se siente un tanto extraviado, aunque lo mas identificable es la fusión chino-panameña. Por tanto, el Maito es una mesa que se te olvida muy rápido. Conserva el buen ambiente, aunque afuera se asemeja mas bien a una cafetería rodeada de plantas tropicales. La atención es buena. En fin, como dijo una amiga itsmeña y canalera; al Maito yo no vuelvo.

Excelente comida y ambiente con un servicio y atención muy bueno. El concepto está inspirado en la comida tradicional panameña pero con un twist fusión muy interesante. En general, todo lo que he probado es rico y no defrauda.

Recomiendo de entrada el Carpaccio o la Cochinita Pibil (en tortilla); de plato fuerte nos gustaron: el Róbalo, el Tamal Chino y el Mongolian Beef (es un short rib que se deshace, muy bueno). Ciertamente un restaurante para regresar. Ah, la lista de vinos; no mi favorita; pero contiene un par de opciones que valen la pena 👍🏻

Hicimos reservación a las 8:00 pm en el App Degusta. La comida deliciosa, calamares rellenos (2010) arroz negro con conchuelas y salsa de ajo y la pesca del día. Tiene un servicio excelente. Regresaremos para probar otros platos del menú.

Deliciosa la comida. Mi ceviche de Tuna, combinando con zumo de maracuya estaba buenísimo. El pargo fresco, cocinado a la perfección, cada componente del plato complementaba al otro. Hasta el pure sencillo era especial. Seguro regreso