Madero

Volví a este restaurante que me gusta mucho, estaba lleno por almuerzo, como siempre. Tomamos cava Segura Viudas y pedimos, yo un pulpo al carbón y la persona con la que almorcé un plato de carne. Estuvo excelente la comida, como siempre. Era la primera vez que mi compañera de comida iba a ese restaurante y quedó muy complacida. No pedimos postre pero las botellitas de cava nos hicieron la perfecta compañía en el almuerzo. Es uno de esos restaurantes con los que uno nunca falla.

Siempre vuelvo a Madero en mis esporádicas visitas a Panamá Tienen mesas en la terraza. Optamos por una mesa de las que dan al parque. Pedimos entradas para compartir, yucas, y de plato fuerte, mis compañeras de batalla pulpo y corvina. Yo pedí el pulpo a la brasa de entrada y de plato fuerte callos. Inigualables.

En mi última visita a Panamá tuve la oportunidad de volver a Madero después de la pandemia o de la apertura. Nos sentamos en la terraza mis sobrinos, mi hermana y yo y pedimos sendos tragos (yo vino blanco, por supuesto). La atención fue buena aunque el chico estaba bastante ocupado con tantos comensales en la terraza. Yo pedí una sopa de mariscos y un pulpo a la gallega, que estuvo delicioso. Mis invitados pidieron corvina y pescados con guarniciones de patacones, que les satisfizo mucho. Es un lugar al que volvería a diario por la buena calidad de la comida y el servicio atento que brindan, especialmente después de la pandemia, que muchos restaurantes han cerrado

Pedí el flan de la casa con un capuchino, sentí el capuchino algo fuerte pero sin duda el flan estaba delicioso y no estaba tan dulce, sin duda regresaría pronto.

Invité a un amigo que está de paso por Panamá a este restaurante, del cual me encanta su luz natural y su vista al parque. Como siempre, pedí cava para la comida, pulpo al carbón, que estuvo un poquito duro pero comible, y cada uno se decantó por las carnes, yo mi acostumbrado filete troceado. Compartimos un postre de chocolate fondant que es una delicia. Un restaurante altamente recomendado y los meseros, a pesar del flujo de gente, son rápidos y atentos.