No es la primera vez que voy a este lugar, y salgo siempre satisfecho. Desde la reserva hay una muchacha esperándote en la puerta, luego la atención de todos los meseros para asegurarte una buena estadía. Luego el sol y la brisa desde la terraza, era el mediodía del domingo. Ordenamos una Picada Mar y Tierra, y les aseguro que desde el momento que ven llegar ese plato saben que va a ser fabuloso! Hay calamar, arañitas, mejillones, ostras, camarones, langostinos, carne de res, de pollo y cerdo, todo eso bañado con abundante cebolla y pimiento aderezado con chimichurri de la casa, y acompañado de una montaña de papas fritas y patacones. Uff, celestial. De entrada pedimos un chicharrón de cerdo, que estaba sabroso pero muy pequeño para compartir.
Volveré una y otra vez hasta que me canse.
Buena la música de los 80 y 90, a buen volumen que permite conversar, y más tarde llegó un cantante excelente con música en vivo. Lo recomiendo para familia, amigos date, etc...