Krume Backer (San Francisco)

Desde la atención hasta la comida, todo es excelente. Comer saludable y responsable (orgánico) es parte del lema de este restaurante.

Es una cafetería pequeña y bonita. La atención definitivamente puede mejorar, sobretodo porque es importante informar los costos de sus servicios extras, ya q cobrar $1 dólar por cada pan q compres y lo pidas rebanado es realmente desagradable, sobretodo si nadie te dice q te cobrarán esto al final en tu factura. Si compras dos serán $2 dólares y así sucesivamente. Tienen variedad de panes y dulces buenos, el strudel de manzana demasiado seco y sin mucho sabor, los dulces con el toque de lavanda son ricos, el pan bueno, pero con unos precios bastante altos.

Joya escondida. Excelente la calidad de sus productos y precios razonables. El sourdough es su especialidad y la panadería es austriaca. Los veganos disfrutarán sus platos, ya que el 98% son opciones para ellos. El local es súper pequeño y concurrido los fines de semana por la mañana. Hay que tener paciencia por el desorden. Los muchachos del servicio se esmeran y son atentos, pero podría ser mejor la logística.

Un lugar muy acogedor, de un estilo minimalista y nórdico. La comida es de muy alto nivel, con mucha atención a la experiencia del comensal, lo malo es la atención, para ser un lugar tan pequeño y al tener tanta gente trabajando, es ilógico que el servicio sea tan malo, no anotan, hay que recordar las órdenes, entre otros… 🤦🏻‍♂️

Krume siempre se ha caracterizado por sus panes delis de masa madre y por el sabor de explosiones que le imparten a sus dulces. Ahora sacaron un rollo de brioche de chocolate que está demasiado bueno. Si eres amante del buen chocolate, te lo recomiendo.