Izakaya Kabuki

un típico izakaya japonés! no se lo pueden perder si quieren probar auténtica comida japonesa. súper recomendado. ubicado en un segundo piso, algo escondido 🫣 pero vale la pena visitarlo.

Izakaya Kabuki en Panamá es una joya escondida en el barrio de El Cangrejo, situada en un rinconcito que a simple vista no parece un restaurante. Al llegar, es necesario tener paciencia porque el lugar es pequeño, y debes esperar afuera hasta que se desocupe un espacio. A pesar de su tamaño reducido, se siente como un pedacito de Japón en Panamá, con una decoración japonesa muy divertida y unas maquinitas en la entrada para sacar muñequitos, lo cual me encantó. El personal es sumamente amable y la vibra del lugar es genial. Mi única queja es que el aire acondicionado no se sentía mucho, y con el calor de Panamá y la cantidad de personas dentro, al final nos sentimos un poco sofocadas. En cuanto a la comida, yo solo como pollo y pescado, así que para mí la selección fue excelente. Sin embargo, mis amigas hubieran preferido algo de carne roja, pero lamentablemente ese día se había agotado y no estaba disponible. En general, volvería, pero con reserva y más preparada para el calor. La atención y la comida fueron muy buenas, así que definitivamente vale la pena la visita. Ah y los precios son excelentes!

La comida en este restaurante es deliciosa, solo hay que tener paciencia para conseguir mesa ya que se llena mucho

Una gema escondida japonesa en medio de las calles de vía argentina. Muy buen lugar estilo "pub" japonés para picar y beber con amigos y/o pareja. Las porciones son tipo snack y los precios van acorde a esto, ofrecen muchas bebidas alcohólicas a buenos precios vs otros restaurantes (ej. Asahi por $3), y en especial vale la pena probar sus cervezas con sabor a frutas (mango, maracuyá...). Recomiendo los pinchos de pollo y el poké de atún, súper fresco, sencillo y delicioso. El local es relativamente chico pero cómodo, usualmente está lleno en las noches pero el personal siempre intenta lo mejor de liberar los asientos para que la espera no sea tanta, en nuestro caso no tuvimos que esperar. Regresaré.

El lugar es pequeño pero cada detallito te teletransporta a una película japonesa. La atención de su personal es extremamente cálida, te hacen querer regresar. En cuanto a la comida muy rica con precios accesibles. Definitivamente es toda una Jovita este sitio. Te recomiendo reservar, de lo contrario y si corres con suerte, podrás sentarte en la barra.