Izakaya Kabuki

Sería otra reseña que hago, pero nunca está demás volver a venir y disfrutar sus platos . los precios siguen siendo excelentes, la calidad es buenísima. es pequeño y lo manejan 3 o 4 personas la perfección. al llegar , vas a ver un tablero con las delicias del día . recomiendo siempre probar algo diferente porque la comida es tan deliciosa . no es para ir a pedir una entrada o plato fuerte . NO! es un bar auténtico japonés donde pides tu cerveza o cocktail y vas pidiendo tus comida o brochetas .

si necesitas ese sentimiento donde puedas comer en un bar japonés y probar una buena comida; este es el lugar . precios accesibles , comida rica , y sobre todo ese sentimiento .

cuando entras al local, sientes como si entraras a un pequeño bar japonés , el ambiente te transporta en los callejones de noche en Japón, los precios son accesibles, donde lo más barato son 2 dólares una brocheta y caro 7.50 el plato. las porciones son apreciables. como bar recomiendo llevar más presupuesto para probar los licores . la estrella de la corona la lleva la cerveza de mango . si quieren disfrutan con mucho con 35 dólares están más que bien por persona

Ir a Izakaya Kabuki es trasaladrse a Japon. El ambiente es intimo y luce como un restaurante en el Oriente. la comida es buena: pedimos varios platos pequeños y todo nos gustó. el coctail Kabuki (sake+jugo de cranberry+licorice de lychee) estuvo delicioso. lo unico que puede mejorar es el servicio: desde que uno toca el timbre no lo hacen a uno sentirse bienvenido. el sitio es muy pequeño, y la actitud del personal nos hizo sentir como que querian que nos fueramos. terminamos sentados en la barra, muy incomodos; comimos rapidamente y nos retiramos. el aire acondicionado podria estar mas frío porque se llena de mucha gente y se pone caliente. al salir, la fila de espera en la escalera era larga. no manejan bien las reservas de degusta (despues admitieron que no conocen el sistema de degusta) y el mesero se puso a discutir con nosotros acerca de eso; en verdad no fue una buena experiencia.

El lugar es bien pequeño, pero bien acogedor. Les recomiendo hacer su reserva. La comida estuvo muy buena y se ve que la cocinan con mucho amor. Hay que tomar en cuenta que las porciones don algo pequeñas si vas a compartir. Te hace sentir que estas en un rinconcito de Japón.