Fuego y Fierro

La terraza está totalmente descuidada. Hay mangos podridos en el piso, los asadores desarmados y sucios, hay charcos de agua, hojas, ramitas y mucha tierra en la lona de hierba artificial. La zona de mesas al rededor de la piscina tiene mucho limo resbaladizo (peligroso) y las mesas no están limpias. En cambio, la parte de adentro está totalmente limpia y tiene todo ordenado. SIN EMBARGO, la comida estaba deliciosa. Las yuquitas, las papas curly y el T-Bone nacional fueron 10/10. Definitivamente volvería poe un corte de carne, pero no comería en la terraza.

Buen ambiente, aceptable atención, los platos en buenas porciones, la picaña suave, la pasta con osobuco muy buena, la hamburguesa se destaco.

Te ofrecen cortes de carnes importados y nacionales, pedí un New York Angus, buen punto de sal, término medio como debe ser, te ofrece terraza por si prefieres los exteriores y no tengo queja de la atención.

Muy bonito y acogedor el lugar. La atencion muy buena y la comida exquisita, los cortes de carne estaban espectaculares con el toque exacto de sal y en el punto esperado. El ceviche de Pork Belly esta brutal, lastima el tamaño dr la porcion, no quedamos con ganas de mas. Buena variedad en la cava de vinos, no muy extensa pero variada.

Regrese a Fuego y Fierro y la experiencia no fue nada parecida a la primera ocasión. Empezando porque una de las entradas llego con la comida a pesar de haber ordenado las dos entradas en cuanto llegamos. Uno de nuestros colaboradores ordeno una sangría la cual sabía a jugo de naranja. La comida nada impresionante, pedimos, ribeye, churrasco de pollo, tacos de carne de cerdo mechada, butifarra (la cual no había). Los meseros atentos y respetuosos, pero tuvieron que regresar en dos ocasiones a confirmar parte del pedido. Inclusive se tomaron la libertad de reemplazar un acompañamiento sin consultar con el cliente. Honestamente, no creo que regresemos.