En la Fonda

Buen ambiente para ir a disfrutar con la familia o amigos extranjeros, la comida bastante bien; aunque nada demasiado especial.

Muy buena temática y buenos musicos. Solamente queda decir que hay que reguñar un poco el volumen de la música ya que se dificulta hablar.

Muy buen ambiente, salvo porque la música está muy alta, por lo que lo descartaría si la intención de la velada es conversar con tus invitados. En relación a la comida, tiene mucho espacio para mejora, siendo comida panameña todos los que vamos, estamos esperando encontrar ese toque especial que nos haga sentir en casa de la abuela un domingo de verano, pero en su lugar la comida es muy regular. En mi mesa eramos 5 personas y ninguno se sintió satisfecho con el plato que pidió. Ojalá los dueños lean esto y puedan hacer lo correctivos necesarios en la cocina, porque la atención fue buena y el ambiente, es muy bueno y relajado.

Hoy asistí a este local donde tienen muy bien decorado el lugar al estilo del interior, en cuanto a comida que fue el menú navideño que incluía (lechona, arroz de guandú, tamal de maíz viejo, plátano a la tentación, ensalada de papas y una porción de rosca). La lechona estaba regular, el arroz de guandú simple, el tamal de maíz viejo no estaba malo pero tampoco bueno, la ensalada de papas no estaba fresca y ya se sentía el sabor agrio. La comida estaba fría. Pedí una limonada la cual los limones ya estaban pasados. Pedí un sao y no estaba bueno. El precio es muy alto para la calidad de comida que ofrecen. Lo mejor fue la música típica en vivo.

El restaurante está ambientado para llevar al comensal directo al interior del país, tienen incluso un diablo rojo dentro del restaurante, un toque de todo lo autóctono panameño en la mitad de la ciudad. La comida no es buena y no se compara con la deliciosa sazón de nuestra tierra.