En la Fonda

Muy original, música, buen ambiente. La atención estuvo un poco lenta pero atenta. La comida no estuvo acorde a las expectativas. Para tomar unas cervezas y picar algo está bien, pero no es el lugar para q un extranjero pruebe comida típica nuestra.

Llegue y no había mesas por una reserva grande y nos toco casi al lado de las neveras. Pedí choripan y mi acompañante un ceviche de pesca del día (corvina), después de llegar primero que la reserva y pedir antes, media hora nos llega el ceviche mal ya que trajeron de camarón, sin gusto, era puro limón y cebolla con camarones hervidos, el choripan me vino con el chorizo envuelto en el plástico el cual no le habían quitado y lo cocinaron así. De segundos pedimos una lechona con con todo y ensalada de repollo, la trajeron con ensalada de feria, un plato pequeño, porciones chicas. Yo pedí una corvina al escobish con arroz con coco y patacones ( los cuales estaban incomibles de lo duros que estaban, ósea patacón viejo de producción de no se cuantos días) el plato pobre en cantidad y pobre en sabor. La verdad que este es un sitio que se presta para ser turístico y como panameño me molesta que este tan mal representado. Es un sitio que sus precios son elevados para lo que dan (se entiende que el esificio decoración, etc etc ) no es lo mismo que en una fonda real, pero tampoco para los precios y lo tan poco que traen los platos. Me llevo desilusión total. Espera a mas.

Es un lugar único en la capital, un spot fundamental para llevar a alguna visita del exterior y que conozca la singularidad de las comidas de fondas del interior. Definitivamente el sabor no es exactamente el mismo al de una real fonda pero se acerca mucho. La atención es buenísima y de verdad que decoración es muy buena.

Tienen un local muy bien decorado para realzar nuestro folclore. Muy buen ambiente con presentaciones en vivo, ideal para turistas. El servicio es regular, aunque la chica que nos atendió fue muy jovial y servicial, no se daba abasto con el restaurante lleno. Lo mejor del menú es la corvina entera frita con patacones, crujiente por fuera y jugoso por dentro. El chuletón aunque muy rico de sabor, estaba pasado de cocción, seco por dentro. La bandeja de surtido de picadas, no me gustó. Las carimañolas aguadas y aceitosas, esperaría mejores frituras a esos precios. Lo mejor de esta bandeja fueron los chicharrones. Faltaron tortillitas de maíz. En conclusión, el concepto no está mal, pero tienen que estar más atentos y mejorar el servicio. Ordenamos una ropa vieja y a la mesera se le olvidó comandarla, la cancelamos al final.

Excelente comida y el trato no puede ser mejor, todo el mundo es cordial y la dueña personalmente va a tu mesa cuando esta para ver que todo este bien. Comida panameña llevada a otro nivel. Me encanta en chicharrón Glaseado, le lechona, el chorizo tableño y un coktail con Seco Herrerano y Saril que esta de muerte lenta.