El Trapiche (El Cangrejo)

Este un buen restaurante para ir a comer antojitos panameños. Es bueno para llevar invitados extranjeros. Siempre que voy pido la sopa de mariscos, es bien servido y con buen sabor. Pidan también de entrada el chicharrón con un toque de limón y picante.

Si bien no es de mis restaurantes favoritos, es de los mejores lugares para comer comida típica panameña a un precio módico.

Acudimos este pasado domingo con grandes espectativas. El sitio estaba lleno,a duras penas conseguimos una mesa, pensabamos que por esto el servicio seria lento,pero,no, nos atendieron super rapido y amablemente. De entrada ordenamos unas empanadas de carne(de buena calidad) pero la masa un poco gruesa,unas cervezas heladas, y unas carimañolas que estaban bien hechas. De plato principal,un arroz con pollo excesivamente grasoso,el aceite chorreaba del plato,asi como un mondongo de buen sabor pero un tanto duro,falto de coccion. Los platos sin ser abundantes estan acorde con el precio. Es un sitio superbarato,muy economico,donde la calidad se ausenta. Son muchos los detalles que tienen que solucionar,para mejorar la comida,pero si se preocupan pueden hacerlo. Quiza con un poco de cariño. Felicitaciones a los meseros.

Anoche lo visite, despues de varios meses. Para mi El Trapiche es una buena opción para ir a comer algo típico sin querer gastar mucho. no esperes un ambiente de primera; sin embargo, su comida es buena, no espectacular pero tiene ese saborcito que probablemente no lo encuentres en otro lugar en la ciudad. Mi hermana se decidio por el tamal de olla, mi esposo por una corvina con salsa de camarones (mala decisión a mi parecer) y yo estoy como atada al emparedado en hojaldre, no varío el menu, a pesar de que luego quedo con remordimiento de conciencia..jaja pero es muy rico. A pesar de que estaba super lleno, la comida llego super rapido.. y esto es algo muy positivo en cualquier restaurante.

Ayer el Tanito estabamos buscando un lugar para almorzar. Fuimos a El Trapiche, donde tenía años que no iba. El Tano pidió tamal de olla, que vino con respectiva orden de arroz blanco. Yo pedí un sancocho chico y una orden de chicharrón. El servicio fue bueno y atento y la comida llego rapidisimo. Tanto que como me demoré comiendo los chicharrones mi sancocho se enfrió, pero amablemente me lo calentaron. El sancocho estaba bueno con pechuga de pollo y un ñame que estaba desbaratadito. Probé el Tamal de Olla, implecable, y una buena porción. Todo sabe como a hecho en casa y todo sabe natural, nada sintético. La peresentación es bastante regular, pero hay que tener en cuenta que es una cafetería a fin de cuentas. La decoración es la misma que recuerdo de hace más de 20 años cuando era chiquita e iba con toda la familia a desayunar los delciosos sandwiches de hojaldra.