Casa Alejandro

Hacia mucho tiempo no ibamos a este restaurante. Lo encontramos lleno, por suerte habiamos hecho reserva, porque llegamos unos minutos tarde y el camarero nos dijo que habiamos perdido nuestra mesa pero nos dio otra. Todo lo que pedimos estaba bueno con excepcion de la sopa de ajos. Esta no sabia a nada y no deben tenerla en el menu. El mero en salsa verde, delicioso. A mi esposo le gusto mucho el cochinillo asado. Cuando el restaurante esta lleno, el servicio es lento, uno de nuestros primeros platos nunca llego. Buenos postres. El dueño español siempre atento a todo.

Nos ha gustado mucho este restaurante. No es un lugar elegante, es mas bien una tasca espanola pero muy simpatica. La comida excelente, se ve bien que el dueno es espanol pues la comida es autentica. Tomamos sangria, muy bien hecha. Un lugar recomendable para ir con la familia.

La comida resulto muy sabrosa y los precios bastante razonables. Pedi huevos alejand ro que vienen con jamon iberico y papas ..luego pulpo a la gallega estaba rico pero la porcion me parecio pequeña. Acompañe con Sangria de vino tinto y de postre crema catalana que estaba muy bien. Tomense en serio de reservar mesa quede sorprendido lo bien que trabaja este lugar y la cantidad de gente que tiene que esperar mesa

Es un restaurante pequeño sin mucho encanto pero allá se va es a comer. Pedimos platillos para picar, todos buenos menos las vieiras que te sirven UNA sola vieira nadando en salsa dentro de una concha (ese plato está de más en el menú). Sugiero que tome tu pedido el propio chef que muy amablemente sale y recorre las mesas, porque los saloneros allí no te hacen ni una mínima recomendación o sugerencia, poca amabilidad en ellos la verdad. Volvería sin duda pero a probar platos principales que además creo que es menos costoso que picar. Con sus defectos y sus virtudes es un lugar súper recomendado.

El llamado Valet Parking es un Sr. formal sin identificacióny que no da tarjeta de recibo de las llaves. El lugar angosto bullicioso y sin un mínimo de elegancia ni decorado. El mesero apuntó como quería un mero con piquillo y ajo que pedí y me llegó un mero insípido con piquillo y sin ajo en el aceite. El Cochinillo plato supuestamente insignia resultó ser el Cochinillo más grasoso de Panamá. El pulpo a la gallega con su punto de paprika perfecto pero le pusieron toda la sal del océano. Pedimos un Coto (vino) y la respuesta de rutina fue el no hay. Cambiamos por un Glorioso que al 2 1/2 de su precio (lo común en restaurantes) cumplió su misión. Lo único que me gustó fue la Crema Catalana.