Brutto

Fuimos un grupo de 5 de reencuentro de compañeros de trabajo. Pedimos picadas para compartir: tuna taco, tostada de salmón, brussel sprouts, coliflor tempura, KFC. De postre pedimos el brownie con Nutella y el mousse de banana con pan de banana. Todo estuvo delicioso. Las tostadas de salmón vienen solo 3, so pedimos dos. Los taquitos sí vienen 5. También compartimos una botella de vino. Todo estuvo perfecto!!!

Nos encantó la comida. La mezcla de sabores y la presentación. Ordenamos las tostadas de salmón, tacos de tuna, snowballs, ensalada brutto, y el pulpo. Lo que menos gustó fue el salmón porque era muy simple. Todo lo demás estuvo delicioso y original. Tuvieron su toque de sorpresa. El servicio lo califico promedio porque no escuchan. Primero solicitamos que se trajeran los platos dos primeros y así sucesivamente (porque la mesa era solo para 2), y sacaron todo junto. Luego pedí el postre de banana, y pregunté si traía helado porque no lo puedo comer. Me contestaron que sí sólo era bizcocho, y resulta que todo venía sobre una cama de helado. Ni las disculpas ofreció el mesero. Para solo tener unas 6 mesas con clientes e igual o mayor número de meseros, no perdono este detalle.

Sitio genial de muy buen ambiente y comida riquisima. Un acierto total, buenisimo parabir con amigos o en pareja. El servicio es muy bueno y la comida excelente

El restaurante super ambiente bueno, la atención del servicio medio que atentos. Pedi un RibEye, con muy buen sabor, pero frío totalmente. me parecen exagerados los precios de las bebidas, no comprendo porque una copa de vino cuesta 14 dolores, casi un plato de comida jejeje

Me habían hablado hacia un tiempo de este restaurante y no había tenido la oportunidad de visitarlo. Este viernes caí por accidente y realmente me pareció un restaurante muy chic, buen ambiente, buena apariencia, buena música (moderna pera tan repetitivo el ritmo que después de 20 minutos, hasta el agua de las copas se lo aprendió, jeje). Me tome un Moscú Mule, delicioso y todo cool hasta que llego la comida, allí continuó una buena velada, pero fue el inicio de una mala aventura culinaria. Rato no, a los restaurantes se asiste mas que todo por la buena comida, no por todas las virtudes antes mencionadas. Soy fanáticos del Mac&Cheese, y se preguntarán por qué pedir, Mac&Chesse, en ese restaurante, pues es sencillo, ante un menú excesivamente largo y poca facilidad de leer por la falta de luz, decidí... me encanta el Mac&Cheese y este es con langosta, creo que puede ser una excelente opción. Bueno la presentación estupenda, venia en una cacerola de metal muy artesanal y gratinado con queso, pero al primer bocado que sucedió, sal, sal y mas sal, toda la ilusión por la borda con un platillo subido en sal, que deserción. Continua la velada, y pedimos Sushi para compartir, recomendado por el mesero, umhmm un sushi insignificante, de tamaño reducido y con una salsa de fresas y miel que convirtió el sushi en un desayuno con wafles. No conformes, pedimos unos tacos de cochinillo, llegan los amigos y que creen, sal sal y mucha mas sal, unos tacos de cochinillo cargados en sal, repletos de una jaleo o mermelada que no dejaba saborear el cochino y para rematar, tortillas pasadas que se descascarillaban solas. Pero bueno la idea no es criticar para destruir, sino para construir, ojalá este comentario llegará a donde tenga que llegar, para tomen en consideración no salar de mas la comida. La idea de ir a conocer un restaurante, es encontrar un lugar donde quieras regresar y que creen, este no paso esa prueba, no me quedan ganas de regresar, por mas cool que este el ambiente, por mas buena que este la música y por la gran atención que tenga el servicio, la comida es la parte mas fundamental, que nunca se olviden de eso.