Mis expectativas sobre el restaurante eran altas, pero lamentablemente no se cumplieron. Opté por una caja de Flow para seis u ocho personas, y encontré que los filetes apanados estaban excesivamente salados y parecían emplear un empanizador o sazonador comercial. También había una bandeja con langosta, langostinos y almejas; aunque los mariscos estaban frescos, estaban bañados en una salsa de coco demasiado dulce que, en mi opinión, eclipsaba su sabor natural. Originalmente pensé que Bocao era un restaurante de comida afroantillana o caribeña, por lo que me sorprendió descubrir que en realidad se especializa en comida peruana. Aunque la comida no estaba mal, debo decir que, siendo mi abuela peruana, puedo afirmar que los platos de Bocao carecen de la auténtica esencia de la cocina peruana.
