Asu Mare

Comida muy buena y abundante. Buen servicio y atención a un precio bastante aceptable . Recomiendo este lugar. Sigan así y tendrán mucho éxito.

Excelente la comida en este restaurante, fui con un grupo de unas 8 personas y todos salimos contentos y satisfechos con lo que pedimos, mis recomendaciones son la jalea de mariscos y el tacu tacu. Es recomendable reservar porque el restaurante no tiene muchas mesas. El servicio es bueno, estuvieron siempre pendientes. El ambiente es normal, pero la comida al estar tan buena hace que no le metas mucha mente a este punto. Un aspecto que si deben mejorar es el tiempo, ya que esperamos bastante para que llegaran los platos.

Los platos son excelentes el punto de cocción de los mariscos es perfecta, probé la jalea de mariscos, el servicio bastante lento ya que solo estaba yo en el restaurante y tardo mucho el ambiente muy sencillo

Servicio muy muy muy lento ..solo habían dos mesas con dos personas cada una y se tardaron muchísimo, mucho hasta para un restaurante lleno. A pesar de esto, me gusto mucho. La comida es diivina. La sopa, las salsas el pescado, todo divino lo recomiendo. Lo que les sugiero es tener un poquito mas de profesionalismo.

Este negocio constituye un buen ejemplo de emprendimiento, pues sus dueños son personas jóvenes que todo lo que tienen para ofrecer es la calidad de su cocina. Han comenzado en un local no apto para operar un restaurante, que no tiene buen ambiente para disfrutar una velada; sin embargo, la experiencia gastronómica es tan buena, que se deja pasar lo anterior, para volcarse en el disfrute de sus sabores. Su chef trabajó, entre otros lugares, en la cocina del famoso Gastón. De entradas ordenamos 2 tipos de ceviche, Asu Mare y del Mercado, y ambos estaban exquisitos, con los ingredientes originales del ceviche peruano y el punto preciso en la leche de tigre. Como platos fuertes, pedimos lomo saltado, ají de gallina, tacu tacu y arroz con mariscos; todos estaban deliciosos, ciñéndose a los sabores tradicionales de dichos platos. Para finalizar, de postre, mazamorra de maiz morado con arroz con leche y suspiro limeño, con una variante que nos agradó, al eliminar el merengue y añadir guanábana. Aspectos a mejorar: el excesivo tiempo que tomó servir los platos ordenados (repetidamente comentado por otros clientes); el mal olor del agua que corre paralela a la entrada del restaurante (muy frecuente en vía Argentina y El Cangrejo, pero no por ello, menos molesto); la falta de máquina de café para poder ofrecer espressos y otras preparaciones; y, el decorado (la arquitectura del lugar no debe dar motivo para no tener una mejor decoración).