Grandioso en todos los sentidos. Servicio insuperable, nuestro mesero Cesar nos recibió con una sonrisa, estuvo pendiente de que no faltara agua durante toda la velada, y cambio los cubiertos al pasar de un plato al siguiente.
La comida; exquisita, el Tubo de pollo frito esta presentado sobre lo que yo describiría como una "carimañola" en forma de disco. El mismo era una explosión de sabores conocidos que se resaltan el uno al otro presentados de una manera moderna. El Chicharron enroscado estaba cocinado a la perfección; suave en el interior y crujiente en el exterior y sabia simplemente delicioso, sin embargo me parece que el acompañamiento del mesclum de verdes con el que es presentado hace un poco pequeña la porción para ser considerado un plato fuerte. El final de la velada fue el lava cake de guayaba que fue todo lo q estaba esperando, tibio biscocho relleno de crema de guayaba q en combinación con el helado de vainilla complace los sentidos.
La única nota discordante fue mi bebida, el Cotton Candy, que la verdad estaba demasiado dulce, sin embargo el Tomate Jack tenia muy buen balance de sabores.
Volveré a visitarlos para probar nuevos platos. Recomendado.
