Visité Maisa Altos de Panama el jueves pasado con mis amigos para catch up... entre la atención, el ambiente, la compañia y la comida obvio fue una buena noche... ordené el ceviche de langostinos en salsa chipotle con ajo y una limonada de hierbabuena, Real Good!

El viernes pasado visite el Lounge con unas amigas y la verdad la pasamos bien. Aun cuando había un evento privado Elias siempre estuvo pendiente de la mesa, de ver que estuviéramos bien y que no nos faltara nada. Pedimos una jarra de sangría, el pulpo, los langostinos tempura y el derretido chombo style. Para cerrar y empezar el weekend pedimos un Baked Alaska y un 4 Leches... Buenaso! Full recomendado para un after office o esperar que el tranque pase.

La primera vez que lo visité eramos una mesa de 12 personas, muchos pedidos y muchas voces a la vez... el servicio fue bueno con el salonero original pero donde algun otro intervenía, el servicio se veía afectado. Ayer fuimos a celebrar el cumpleaños de mi hermano, 5 personas, nos sentaron rápido y nos tomaron el pedido de las bebidas. Después de aprox. 10 minutos llegaron las bebidas (si ofrecernos agua) y se llevaron el pedido de comida. La comida demoró unos 20 minutos. Mis raviolis estaban un poco densos y mi limonada de hierbavuena sabia a pasto puro. Cabe destacar que hubo un salonero que nos llevo el pan a la mesa y simplemente los dejo mirando el televisor frente a nosotros y otro con una cara poco agradable que limpiaba las mesas tirando los restos al piso.

Apenas si estoy terminando mi comida y se que debo compartir esto... un día lluvioso como hoy ameritaba comfort food y qué mejor que una picada mixta para alegrar el mood y darle gasolina al cuerpo antes de un finde largo... puerco, chorizo, res y pollo y dos opciones acompañamiento. Buen sabor y lo mejor es que es al grill.

Buen servicio y muy atentos. Para ser un grupo de 6, la atención fue breve y atenta. El risotto a la marinara, muy buena opción para alguien que quiera buen precio, buena porción y gran sabor.

La experiencia fue bastante sorprendente. Al llegar a Caliope en la puerta principal nos preguntaron a nombre de quién estaba la reserva, tomamos el elevador al 3er piso y nos recibe Grecia, quien nos reconoce por nombre, dándonos la bienvenida y acompañándonos a la mesa. Fernando, el gerente del restaurante, visitó la mesa unos minutos para darnos la bienvenida y brindarnos una breve reseña del lugar. El Crudo de Mar, unos tiraditos de corvina servidas con una jalea de cebolla y sorbete de melón, literalmente te transporta a las costas y a través de su mezcla de sabores tan delicados y refrescantes puedes sentir la brisa marina. También como entrada probamos El Homenaje a Mi Tierra, full recomendado! Como plato fuerte tuvimos La Puerta de Oro y el Rock 'n' Roll. De nuevo, esa fina mezcla de sabores creados por la técnica del chef juega con todos los sentidos. De postre La Sopresa y Autenticidad cerraron con broche de oro lo que fue una velada inolvidable, siendo Caliope verdaderamente la musa inspiradora de gratos sueños y la creadora de una experiencia inigualable. Servicio impecable atención detallista... Felicidades al personal y a sus líderes.

Tuve la oportunidad de probar este restaurante por primera vez y fue una grata sorpresa... No como vegetales pero el piquillo con bacalao fue un espectáculo. Los cayitos con garbanzo y el brazo gitano con trufas, WOW! La sangría blanca es un éxito.

Excelente propuesta nunca antes ofrecida en Panamá porque no es un sports bar, es una experiencia integral. De su oferta gastronómica resalto las papas fritas de camote que están AON!, la Green Club Burger y la Entraña con esa mantequilla de ajo... Y para cerrar el pot de nutella con malvaviscos, galletas maria y almendras. No tuve palabras después de ese postre.

Almorcé en Salsipuedes la primera semana en mi nuevo trabajo y fue toda una experiencia. Estaba un poco agripado y el Sr. Pablo, nuestro salonero, me recomendó el sancocho y una limonada; una recomendación muy atinada. Previo al plato principal nos trajeron un platter de panes surtidos con palitroques, pan de ajo y crackers hechas en casa. Uff y ni hablar de los postres, mi favorito, el cuatro leches! Un pecado venir a SalSi y no pedirlo.