Panamonte

Fuimos por un cafecito. El lugar es soñado. Quien conoce el Panamonte sabe que de tradición familiar siempre ha sido un sitio calido, elegante y chic. Entramos, pasamos hasta atras al bar y allí nos atendieron. Tomamos capuccino especialmente cosechado por Cafe Ruiz para Panamonte. Pruébenlo solito es delicioso ya luego endulzenlo si quieren. Acompañamos con unos chicharrones en reducción de Guayaba y miel, muy ricos. Volveremos en otra ocasión para cenar

Aprovechando un paseo por la provincia de Chiriqui y siendo el cumpleaños de la progenitora, decidimos pasar por esta famosa cocina. De entrada pedimos unas croquetas de platano con langostinos y unos chicharrones con patacones, que solo puedo decir que estaban riquisimos. De salida pedi un filete con pure que no vino al termino pedido pero la salsa y sabor muy buenos. Mi compañera pidio una pasta al oleo con langostinos y prosciutto que tambien tenia excelente sabor. Solo debo añadir que las bebidas estaba exageradamente caras.

Un clásico en boquete los platos son muy bien elaborados, particularmente me gusto el fettuccini en ragú de short rib, el ambiente es familiar y la atención es excelente.

Muy rico, lindo ambiente, buen servicio, prácticamente infalible. Pedimos el chuletón, pasta con langostinos, angus y el chow mein. Todo excelente. Los postres deliciosos. Quiero destacar una entrada, los crepes de ropa vieja. Fa bu lo sos.

Nuestra visita a panamonte como siempre resulto, extraordinaria, su acogedora estructura y maravillosa atención te hacen volver sin dudarlo, de entrada ordené unos chicharrones en salsa de guayaba con patacones, lo cual hasta describirlo se me agua la boca, recomendadísimo. De platos principales pedimos un salmón sobre Cedro con puré de patatas rústicas , al cual añadí un poco de sal , pero realmente perfecto en cocción sabor y aspecto, mi acompañante pidió filete de res al grill con puré de Otoé; los platos principales a pesar de haber estado buenos no fueron excelentes. Meses atrás había ordenado el mismo filete que resultó ser un poco mas jugoso y el puré de otoe mucho más suave. Pedimos de postre un pie de limón... una muy dulce opción y el café delicioso para recordarlo.