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De no ser por la recomendación de un amigo que respeto, jamás en la vida hubiera entrado a este restaurante. El nombre que le han puesto (Yummy Yummy) hace pensar que se trata de algo poco serio y quizás también por su ubicación, uno se hace la idea que se trata de uno más del montón de restaurantes chinos que atraen a los amantes de las montañas de arroz hechas a base de cabeza de puerco y papas fritas bañadas en ketchup.... qué equivocado estuve!!! Se trata en realidad de una joya exquisita que de una vez pasó a ocupar el puesto número uno de restaurantes chinos de bajo a mediano presupuesto. Ofrecen un menú de combos que incluye la soda que cumple con el aspecto de precio - calidad. Hay que decir que la comida es de primera. Ya sea que pidas el de costillas agridulces, gallina con vegetales, pollo asado, o gallina agridulce (el de bistec picado no lo he pedido), no se puede perder. La porción de la carne es generosa y de excelente calidad a diferencia de una cadena que a la gente le encanta visitar (con excepción de los chinos). No sé ustedes pero me inspira confianza cuando voy a un restaurante chino y puedo ver familia de chinos comiendo y hablando en su idioma. Es un indicador que se ha llegado a un buen lugar. Los wantones de camarones son considerados por mi pandilla Yummy Yummy como los mejores de la ciudad y ofrecen variedad de platos y sopas a la carta, todos preparados por una mano evidentemente fina especializada en esta comida. Vale mencionar además que tienen desayuno chino y ofrece casi todo lo que ofrecen en esto los restaurantes chinos de más alto renombre. El desayuno es un poco inferior al de esos pero vale mucho la pena. Lo malo es que abren el restaurante a las 11 de la mañana los días de semana y los platos de desayuno mas bien resultan como entrada a lo que uno pide. La atención es regular aunque las chicas se esmeran por dar un buen servicio y el estacionamiento es algo limitado porque comparte con otros locales comerciales. Se despide uno yendo primero a un baño limpio, satisfecho y con ganas de regresar a probar algo nuevo.
