Yoi

Entre a este restaurante con la ilusiÓn de que fuera a formar parte de uno de mis tantos favoritos pero no fue asÍ no me gustÓ para nada lo que pedÍ que fue el ramyeon. Bueno pero todo no fue malo el te frÍo de fresa con jengibre rico me gustÓ tanto que pedÍ otro y la atenciÓn excelente.

Realmente no es un lugar muy excepcional. La comida en si esta rica pero el korean fried chicken era mas como un sweet and sour chicken. No estaba sazonado muy bien y le faltaba el toque picante. El "kimchi rice" no lleva sabor de kimchi pero si esta rico. El lugar en si esta bueno para ir a comer pero no lo considero comida coreana, es mas fusión.

La comida es buena, su ensalada tiene una buena combinacion y su te de naranja es delicioso. La sazon es buena en sus pollo y carnes, si se siente lo koreano.

El personal es muy amable y atento, el local se ve aseado con un ambiente tranquilo para almorzar o cenar en familia, pareja o amigos. Apenas entramos el administrador o propietario noto que era primera vez que veníamos al restaurante y nos ofreció una muestra del pollo. Ordene korean fried chiken con arroz, la porción esta bien y el sabor muy rico, incluso este Sr le ofreció a mi hija de 4 años un te frío con gelatina el cual ella se tomo muy feliz el único detalle es que el té de piña que pedi para mí estaba muy dulce según mi paladar. De seguro regresare para probar los otros platos y las bebidas.

Realmente me sorprendió. El local recuerda a don lee con otra paleta de colores. La comida es fresca, saludable si uno opta por alejarse del pollo frito. Muy buen servicio. Se tomaron el tiempo de guiarme muy bien por el menú. Volveré seguro. Mi única queja es que el menú de niños en 8 dólares es caro para un menú de niños. Nota especial para la variedad de té Frios. Jengibre y fresa mmmmm