Veramar

El lugar es magnifico, la atención espléndida, las vistas de ensueño, está muy limpio y cuidado siendo restaurante de playa y la comida está realmente buena. Recomendado sin dudar! Recomiendo los ceviches, dedos de corvina y el Pargo frito. Está gestionado por paisanos de San Blas. El servicio es muy bueno. Son atentos y ágiles. Mejor no ir en Domingo porque está súper lleno.

Cuando piensas en pescado frito con cervezaa se te viene a la cabeza Veracruz. Fuimos a pasar el Domingo y disfrutar la tarde. Cuando llegamos nos sorprendió una musica en vivo bastante amena. De comer pedí unos camarones a la Veramar (salsa blanca); mi abuela un filete apanado a la cual le gusto bastante; mi mamá una corvina al ajillo y mi papá una corvina a la criolla. No hubo queja de ningun plato, loa disfrutamos acompañados de una cerveza y la vista de la playa.

La verdad es que no es nada especial. Fuimos en hora del almuerzo. Habían unas 8 mesas ocupadas y el personal casi que inexistente. Sentí que me hacían un favor. En cuanto a la comida: si voy a pagar lo que cuesta cada plato, espero que sea bueno y la verdad es que fue muy deficiente. Dejé la mitad de mi plato porque aparte de malo no sabía a nada. Yo pedí unos camarones a la criolla acompañados de arroz. No sabía a nada. Pedí limón a ver si mejoraba un poquito y fue peor. El ceviche, mejor lo compro en el supermercado. Deberían tener las cosas mas frescas. La verdad es que no es como lo recordaba hace unos años atrás y se les subió la fama a la cabeza. Malísima calidad y precios exagerados como si fuera un restaurante fino. Decepcionante.

Excelente lugar para relajarse y disfrutar de una comida junto al mar (si no es fin de semana porque es muy lleno). La comida es rica y las porciones son generosas.

Con el paso de los años va mejorando la oferta gastronómica en Veracruz, aunque hay mucho que todavía se puede hacer para explotar esta bonita playa. Este restaurante es uno de los ejemplos de mejora, ahora con un gran techo, en lugar de sólo ranchitos. La comida, buena relación calidad/precio, pargo entero bien preparado y otro plato de camarones con anillos de calamar. Lo mejor es el ambiente, no tanto por el del lugar en sí, sino por estar sobre la playa, con la vista de la arena amarilla a un paso de tu mesa, el mar y los islotes del Pacífico. La atención ha mejorado notablemente, salonera con una sonrisa y pendiente de su mesa.