Tommasino

Buen ambiente y decoración. La atención es excelente. De entrada pedimos burrata con prosciutto (muy buena). Como plato principan un risotto al nero di seppia (risotto con calamares en su tinta) que estaba bueno y unos langostinos en salsa de maracuyá (muy buenos). Como postre profiteroles (buenos). Buena selección de vinos.

Tres comentarios El precio por persona considera vino La comida exquisita La casona muy delicada. Un ambiente que invita a la conversación

El lugar tiene 3 ambientes, apenas se entra el salón principal es muy lindo pero ruidoso, luego tiene un pasillo que conecta con el jardín que la verdad no me gustó. Allí nos tocó comer porque el jardín se veía muy lindo pero no estábamos seguros si seria caluroso. El camarero bastante atento. La comida si muy rica, pedimos de antipasto la burratina con serrano y de platos fuertes pulpo al grill y pescado del dia. Ambos super frescos y las raciones son bien abundantes. El.postre no fue nada memorable, ordenamos tiramisu.

Desde que entramos al restaurante nos hicieron sentir como en casa. La atención fue genial. Pedimos unas almejas de entrada que han sido de las más ricas que he probado! El pan de la casa fresquesito y delicioso. A mi esposo le sirvieron una langosta recién traída de San Blas acompañada de pasta, rompió los esquemas, estaba delicioso el plato. Mi hijo pidió una entraña que según ellos estaba riquísima (yo soy pecetariana). Y a mí me trajeron una pasta con berenjenas y salmón que para que contarles... estaba de muerte lenta! Los postres un espectáculo, la sangría ni se diga... Hace muchos años no voy a Italia pero de verdad....me teletransportaron ... Definitivamente vamos a regresar. Altamente recomendado

El lugar es bonito, acogedor, y tienen buen ambiente, mas sin embargo la comida no impresionó, en mi concepto la comida italiana de por sí es riquísima y al restaurante le toca hacer que sus platos dejen buena impresión para que el comensal quiera regresar. El servicio al inicio era excelente, muy atento pero luego cambiaron de mesero y paso todo lo contrario, muy descuidado y desatento.