Fuimos a desayunar tarde pero ya "no había desayuno por la hora". Utilizamos el menú de las comidas. Creo que fue un truco, pues el restaurante estaba vacío a las 10:00 AM y nos dijeron que teníamos que esperar a las 11:00 AM hora que empezaba el almuerzo. Probamos la ensalada de langostinos con berro, puré de aguacate y vegetales. Estaba bien. El cerdo adobado sobre tostadas recomendado por la casa estaba muy grasoso igual que los vegetales asados que lo acompañaron. La corvina regular acompañada por una atroz tipo Thai estuvo coquetón. Lo mejor de todo fue el pan de la casa brindado por la casa. La atención de rutina sin esmero especial. Hay valer parking que ayuda definitivamente cuando está él área congestionada.

Sobre el restaurante



SERVICIOS
Menú
Reseñas
(948 reseñas)Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + Plato principal + Bebida SIN ALCOHOL
La decoración y ambiente de este restaurante te transporta a otra época. El piso, los muebles utilizados para decorar y sobre todo la abundancia de plantas hacen de este restaurante uno de los mejores en cuanto a decoración y ambiente de la Ciudad. Tengo que admitir que había dejado de ir al Dining Room porque la última vez que fui a cenar la comida no tenía los estándares ni sabor usuales. Decidí darle otra oportunidad el fin de semana y que bien que estuvo todo. De entrada pedí el pulpo que estaba en su punto y la entraña. De igual forma tiene un buen menú de desayuno -si quieren probar algo diferente pidan los pancakes multigrano-.
Mi primera aterrizada en este restaurante. Fuimos al servicio religioso en mi vieja Iglesia de la Merced. Añales en no visitarla. Bella como siempre. Luego cruzamos la calle y probamos el brunch. El local renovado recientemente con buen gusto, mezcla la actual moda de lo antiguo con lo moderno. El decorador lo logró. El añejo edificio, con su elevado techo, inexistente en la económica y pilinque arquitectura contemporánea lo hace agradable y da sensación de espacio. Sus dos enteradas hace fácil su acceso, quiero decir: por al Parque Tomás Herrera y por la Avenida Central. Sus mecedoras antique y baldosas recién envejecidas para los turistas se entrelazan en una buena simbiosis. El mesero atento hizo su trabajo sin las usuales equivocaciones. Retorno rápido de lo ordenado. Como era un brunch los Huevos Benedictinos y el cerdo adobado sobre patacones (un poco picantes, no aptos para los que no les gusté este condimento) para mi gusto estuvieron excelentes. Los precios son competitivos y buenos para lo que vemos en la plaza. Volveré a cenar.
El ambiente es muy acogedor. Te transporta a otro tiempo. La decoración muy atinada. El menú limitado, fuimos a «brunch» en domingo. Bella presentación de los platos y la atención muy complaciente. Pedimos el atún que te lo cocinan según tu gusto. Excelente. La hamburguesa, pedimos cocida 3/4 pero llegó bastante cruda. Y el emparedado de pollo frito nos decepcionó. Las entradas: patacón con una ropa vieja de puerco, muy ricos!!
La comida es muy rica, comida internacional, la hamburguesa deliciosa y los postres un manjar para deleitar paladares exigentes. El ambiente muy lindo la atención excelente. Perfecto lugar para llevar a tus invitados en Panamá.
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