The Dining Room At American Trade Hotel

Fuimos para el Brunch y si puedo decir que el servicio es espectacular! Hicimos una reserva de un grupo grande y la atencion estaba en su máximo punto. Quien no le gusta el ambiente del casco? Y el american trade y su dinning room es vivo ejemplo de lo bello que es el area. La comida variada y de todo pero me parece todo en sabor regular pero con buena presentacion. Muy recomendado para eventos especiales.

Un sitio súper lindo, la decoración elegante y clásica manteniendo el estilo del mismo hotel, la atención de primera, y la comida deliciosa, es un buen lugar para turistear.

Asisti a una cena de grupo grande, pedimos pechuga de pollo a la plancha bastante generica, nada memorable, lo mismo que el ceviche de corvina tradicional. Pedimos tartar de atun tropical que se anunciaba, mango, pixbae y aguacate pero realmente el aguacate no es un ingrediente como tal, como podra apteciar en la foto, era solo un pequeño untado decorativo en una esquina. El atun es sazonado con anis, el cual no es de mi agrado y seria bueno que se anunciara en el menu. Elmoie de lilon buen sabor pero muy dura la corteza. El flan tiene una textura como de bizcocho y un sabor ahumado, prefiero un flan mas tradicional o estilo casero al tratarse de flan de la casa. Durante la comida no sirvieron agua ni ofrecieron bebidas. No se dan abasto los camareros para atender mesas numerosas aun con reserva, y las mesas son incomodas, muy bajas que no permite cruzar las piernas, ubicadas de forma tal que las personas te golpean la cabeza al transitar el pasillo, y las sillas extremadamente pegadas. No lo recomiendo para eventos o grupos grandes y espero darle otra oportunidad al resto del menu en una cena regular.

Restaurante orientado hacia un menú tipo desayuno, brunch o tipo cafetería con platos bien preparados para gustos no complicados. Ubicado en el hermoso Hotel American Trade Hotel en el Casco Viejo. Hermosa luz y la decoración de inicios de siglo XX. El servicio de los saloneros puede mejorar, aunque son eficientes y cumplen. Me encantó el postre de zapallo.

Ambiente tropical chic, atención de primera y delicioso desayuno. Dos versiones de huevos Benedictinos, una con hojaldres y jamón, y la otra con english muffin y salmón. Ambas muy bien logradas y presentadas. Croissants gigantes que hubiesen sido perfectos que llegaran a la mesa calientes. Recomendado y por supuesto repetiremos!