T.G.I. Friday's (El Dorado)

Nunca me gustará el cambio de la decoración antigua y excesiva a esta más sobria y aburrida; pero en cuestión de gustos... Sobre el resto del ambiente, buena música como siempre; aunque el aire demasiado frío. El servicio muy agradable y atento; pero un poco lento considerando que más de la mitad del salón estaba vacío. La comida estuvo espectacular; siempre se luce. Lo único es que tienen una rotación muy alta del menú y no puedes volver a degustar algunos platos porque los sacan. Muchos no regresan porque su plato favorito ya no está disponible.

El sabor y la calidad de Fridays siempre se mantienen en todos sus platos (los tragos son otra historia). Su glaze signature es muy bueno. Es una lástima que hayan sacado del menú entradas, platos fuertes y postres icónicos. Sigo pensando que la decoración de antes en los restaurantes y los uniformes eran mejores que lo actual.

Excelente experiencia!!! El servicio estuvo a otro nivel, muy pendiente, rápido y eficaz. El ambiente estuvo agradable, con música y tv a un volumen que se podían disfrutar y aún así mantener una conversación; lo mismo con la temperatura, ni muy cálida ni muy fría. La comida estuvo superlativa. La pasta muy cremosa y cargada de pollo y camarones; el plato de pollo muy jugoso con arroz bien aromático y la tapa del coco fueron los hongos apanados. De seguro, volveremos prontamente.

Friday's... un restaurante de más de 20 años en Panamá. Ha evolucionado en su menú y en su decoración y debo decir que yo sí extraño el concepto original de su aspecto. La atenciòn es muy buena y los platos, viejos o nuevos, son todos muy ricos, servidos en buena proporción y de buena calidad. TGIF es, como se dice ahora, la vieja confiable.

Tenía más de un año sin volver a esta sucursal de T.G.I. Friday's y es como si el tiempo no hubiese transcurrido. La misma buena comida y atención de siempre. De hecho, sentí que las proporciones aumentaron y que los precios eran más cónsonos. La comida tomó algo de tiempo; pero llegó toda junta, bien caliente y muy bien presentada. Extraño la decoración de los primeros años y el té frío que servían antes, al igual que varios platos que sacaron del menú; pero aún así, sigue siendo un ícono y punto de referencia.