Sugoi (San Francisco)

Es un excelente lugar para degustar comida japonesa! La atención súper excelente del chico que nos atendió y el postre de cheesecake terminó muy bien la noche

Tiempo sin ir a este restaurante y es bueno saber que siguen manteniendo él riquísimo sabor de sus platos. No me canso de repetir el yakimeshi mixto, buenísimo. Todos los días tienen una promoción de bebidas que deben aprovechar. La atención de la Chica nueva que nos atendió fue impecable, súper amable.

Me encanta este restaurante, de los mejores en su género. Probé esta vez unos trocitos de cerdo en salsa de ostras acompañado de arroz con jazmín, y estuvo exquisito. El salmón tampoco me decepciono. Full recomendado.

El restaurante es un poco más chico, la atención es buena. En esta ocasión probamos el pollo en salsa de maní y el pollo y filete en salsa de ostras y sus mojitos son buenos. Los rollos siguen siendo mis favoritos.

Hoy martes 28, decidimos llevar a una amiga que está de visita en Panamá porque nuestras experiencias anteriores han sido muy buenas. Pero, esta vez nos decepcionamos mucho. En primer lugar, se tardaron mucho en traer el pedido, más de 30min. El topping, tanto del Tsugoi como el del Kung fu panda desmejoraron demasiado. Sin embargo, lo peor fue que al final, al preguntarme si deseaba agregar el servicio le dije que sí, que agregara el 10% sugerido que estaba en la cuenta. El joven me cobra con la tarjeta, y al entregarme el comprobante veo que cobró más del 10%. Reviso la precuenta y me doy cuenta que el cálculo del 10% sugerido que tienen al final está totalmente errado. Mi cuenta eran $58.64 y abajo decía: 10% de servicio sugerido: $8.07 Le comento al salonero y me dice que ese es el 10%, claramente no sabe calcularlo y me tocó explicarle. 1 hora atrás escuché a una chica en la mesa de al lado reclamando que le habían cobrado más del 10% de servicio, pero en ese momento pensé que había sido una equivocación del joven que los estaba atendiendo. Le comenté al salonero que debían corregir eso y también le mencioné lo que había escuchado en la otra mesa. Me parece muy mal que si ya a uno de sus comprañeros le había pasado y se lo hicieron saber, siguieran cobrando de ese modo. Al final decidí dejarlo así, pero me arrepentí de no revertir la cuenta.